¿Qué tipos de ERE hay?

Un ERE es un Expediente de Regulación de Empleo que se puede llevar a cabo ante una situación de crisis empresarial. Existen distintos tipos de ERE que se pueden aplicar, dependiendo de la situación concreta de la empresa. Los principales tipos de ERE son:

• ERES de suspensión de contrato (también llamados EREs temporales): estos EREs se emplean cuando la empresa tiene que reducir temporalmente su actividad laboral. Los trabajadores afectados por el ERE tendrán una suspensión temporal de su contrato de trabajo, pero seguirán estando vinculados a la empresa.
• ERES de extinción de contratos: estos EREs se aplican cuando la empresa necesita reducir permanentemente su plantilla de trabajadores. Estos EREs tendrán como consecuencia la extinción de los contratos de trabajo de los trabajadores afectados.
• ERES de reducción de jornada: estos EREs se emplean cuando la empresa necesita reducir temporalmente la jornada de trabajo de sus empleados. Los trabajadores afectados por este ERE seguirán estando vinculados a la empresa, pero con una jornada laboral reducida.

Los tipos de ERE anteriormente mencionados son los principales. No obstante, existen otros tipos de ERE como el ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) que, a diferencia de los EREs, no se producen por una situación de crisis empresarial, sino por circunstancias excepcionales ajenas a la empresa.

¿Qué tipo de ERTE hay?

Los ERTE o Expedientes de Regulación Temporal de Empleo son una medida excepcional que se aplica para mantener los empleos en caso de crisis. Estos expedientes están regulados por el Estado español a través de la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera. Según esta ley, existen 3 tipos de ERTE:

ERTE por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción: Estos ERTE se producen cuando hay una situación de crisis en la empresa, como puede ser una reducción de la demanda o una disminución de los ingresos. Estos ERTE pueden ser aplicados a todos los trabajadores de la empresa o solo a algunos de ellos.

ERTE por fuerza mayor: Estos ERTE se producen cuando hay una situación de fuerza mayor que afecte a la empresa, como puede ser una situación de catástrofe natural o una pandemia. En estos casos, el Estado español puede aplicar un ERTE para proteger a la empresa de los daños causados por la situación de fuerza mayor.

ERTE por bajas médicas: Estos ERTE se producen cuando un trabajador se encuentra en una situación de baja médica prolongada. Estos ERTE se aplican para garantizar el mantenimiento del empleo del trabajador, aunque esté ausente por motivos de salud.

En cualquier caso, los ERTE son una medida temporal que se aplica para proteger los empleos en situaciones de crisis. El Estado español se encarga de regular estos expedientes y garantizar el cumplimiento de los mismos.

¿Cuánto tiempo puede durar un ERE?

Un ERE (Expediente de Regulación de Empleo) es una herramienta que las empresas utilizan para reducir el tamaño de la plantilla de trabajadores. Esta reducción se lleva a cabo mediante la suspensión o extinción de la relación laboral. El periodo de duración de un ERE puede variar dependiendo de la cantidad de trabajadores afectados, los motivos específicos para la reducción de la plantilla y los acuerdos alcanzados entre la empresa y los trabajadores.

En general, los ERE suelen durar un periodo máximo de un año. Sin embargo, este periodo se puede prorrogar si así lo acuerdan la empresa y los trabajadores afectados. Además, el ERE puede establecerse para un periodo inferior al año, aunque se debe justificar la decisión de la empresa.

En algunos casos, la duración de un ERE se reduce a un periodo mínimo, ya sea por motivos económicos o estructurales. En estos casos, la duración dependerá de la cantidad de trabajadores afectados y de los acuerdos alcanzados entre la empresa y los trabajadores. Esto significa que si el número de trabajadores afectados es muy pequeño, el periodo de duración del ERE puede ser muy corto.

Para concluir, la duración de un ERE puede variar dependiendo de los acuerdos alcanzados entre la empresa y los trabajadores afectados, así como de los motivos específicos de la reducción de la plantilla. Aunque el periodo de duración máximo de un ERE generalmente es de un año, es posible prorrogarlo o reducirlo dependiendo de la cantidad de trabajadores afectados y de los motivos de la reducción de la plantilla.

¿Que se cobra en un ERE temporal?

Un ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) es una figura jurídica por la que una empresa, por motivos económicos, técnicos, organizativos o de producción, reduce la jornada de trabajo o suspende temporalmente la relación laboral de sus trabajadores. En este caso, la empresa seguirá abonando los salarios a los trabajadores, pero estos recibirán una indemnización por la reducción o suspensión del contrato.

La indemnización de los trabajadores durante un ERTE es diferente para los trabajadores con contrato a tiempo completo y a tiempo parcial. Si el trabajador afectado por el ERTE es a tiempo completo, se le abonará una indemnización por los días no trabajados equivalente al 75% del salario. Si el trabajador es a tiempo parcial, se le abonará una indemnización por los días no trabajados equivalente al 95% del salario.

También hay que tener en cuenta que la indemnización se puede reducir si la empresa ofrece a los trabajadores una actividad formativa. Si se realiza esta actividad, la indemnización se reducirá al 60% para los trabajadores a tiempo completo y al 75% para los trabajadores a tiempo parcial.

Además de la indemnización, la empresa debe abonar a los trabajadores el complemento salarial establecido en el convenio colectivo, si lo hubiere. Si no, se abonará el complemento salarial establecido por la Ley.

En conclusión, durante un ERTE, los trabajadores reciben una indemnización por los días no trabajados equivalente a un 75% del salario para los trabajadores a tiempo completo y a un 95% del salario para los trabajadores a tiempo parcial. Si la empresa ofrece actividades formativas, la indemnización se reducirá al 60% para los trabajadores a tiempo completo y al 75% para los trabajadores a tiempo parcial. Además, la empresa también debe abonar el complemento salarial establecido por el convenio colectivo o por la Ley.

¿Quién se va primero en un ERE?

Un ERE (Expediente de Regulación de Empleo) es una medida temporal con la que una empresa puede reducir su plantilla laboral para adaptarse a los cambios del mercado. Esta medida se debe aplicar de acuerdo con el Derecho del Trabajo, es decir, aplicando criterios objetivos, no discriminatorios, y con el objetivo de preservar el empleo.

En un ERE, el orden de salida de los trabajadores se establece con criterios objetivos tales como antigüedad, cualificación profesional, productividad, edad, etc. Esto quiere decir que, en principio, el que más antigüedad tenga debería ser el primero en salir, y así sucesivamente.

Por otra parte, existen algunas excepciones, como el hecho de que el trabajador puede solicitar una indemnización por despido voluntario, siempre que la empresa esté dispuesta a aceptarla. Esto significa que, en determinadas circunstancias, los trabajadores pueden optar por irse voluntariamente antes que los demás.

Por tanto, en un ERE, el orden de salida de los trabajadores depende del criterio establecido por la empresa y del acuerdo alcanzado entre ambas partes. Sin embargo, se debe tener en cuenta que el orden de salida debe ser justo y no discriminatorio, y que los trabajadores tienen la posibilidad de salir voluntariamente antes que los demás.