¿Qué es un ERE de extinción?

Un ERE de extinción es un expediente de regulación de empleo que se tramita cuando una empresa está en situación de crisis económica, técnica o productiva que pueda suponer la desaparición de puestos de trabajo. ERE es una sigla que significa Expediente de Regulación de Empleo. Los EREs de extinción se caracterizan porque implican el cese definitivo de los trabajadores afectados. En algunos casos, se puede acordar una indemnización por despido, pero no siempre es así. Los EREs de extinción se tramitan ante la Autoridad Laboral competente (normalmente, el Ministerio de Trabajo). En primer lugar, se notifica a la autoridad laboral el inicio del expediente. A continuación, se notifica a los representantes de los trabajadores (sindicatos o delegados de personal) y se les da un plazo de 10 días hábiles para presentar alegaciones. Una vez expirado el plazo de alegaciones, se celebra una audiencia pública en la que se debaten las alegaciones presentadas. Finalmente, la autoridad laboral se pronuncia sobre el ERE de extinción. Los EREs de extinción son una medida drástica que se utiliza en situaciones de extrema crisis. Deben ser proporcionados y necesarios para evitar la quiebra de la empresa. En algunos casos, los EREs de extinción pueden ser un instrumento útil para salvar empleos, ya que permiten que la empresa sobreviva a una situación de crisis.

¿Cómo funciona un ERE de extincion?

¿Qué indemnización me corresponde por un ERE?

Los despidos improcedentes son una de las principales causas de litigio laboral en España. Y una de las cuestiones que más inquieta a los trabajadores es saber cuál es la indemnización a la que tienen derecho en estos casos.

La indemnización por despido improcedente se regula en el artículo 55 de la Ley de Contrato de Trabajo. En él se establece que el trabajador tiene derecho a percibir una indemnización equivalente a 33 días de salario por año de servicio, con un máximo de 24 mensualidades.

No obstante, este importe puede verse incrementado en función de diversos factores, como por ejemplo, si el despido se produce por discriminación o si el trabajador tiene una discapacidad reconocida. En estos casos, la indemnización será de 45 días de salario por año de servicio, con un máximo de 33 mensualidades.

Otro factor que puede influir en el importe de la indemnización es la edad del trabajador. En concreto, a partir de los 45 años la indemnización será de 40 días de salario por año de servicio, con un máximo de 24 mensualidades. Y a partir de los 52 años, el trabajador tendrá derecho a percibir una indemnización de 44 días de salario por año de servicio, con un límite de 28 mensualidades.

Por último, cabe señalar que si el despido se produce por causas objetivas la indemnización será de 20 días de salario por año de servicio, con un tope de 12 mensualidades.

En cualquier caso, para que la indemnización sea procedente el trabajador deberá haber estado en situación de alta en la Seguridad Social durante un mínimo de 12 meses ininterrumpidos inmediatamente anteriores al despido.

¿Qué es un ERE y cómo afecta al trabajador?

Un ERE es un Expediente de Regulación de Empleo. Se caracteriza por ser un procedimiento mediante el cual una empresa puede llevar a cabo un despido colectivo de trabajadores. En la actualidad, existen diferentes tipos de ERE, como el ERE de extinción, el ERE de suspensión de contratos o el ERE de reducción de jornada. Los EREs afectan directamente a los trabajadores, ya que pueden suponer el despido o la reducción de la jornada laboral. Asimismo, también pueden afectar indirectamente a los trabajadores, ya que pueden suponer una reducción de salarios o un cambio en las condiciones laborales. En cualquier caso, es importante que los trabajadores se informen sobre los EREs y conozcan sus derechos, ya que de esta forma podrán defenderse mejor en caso de que se vean afectados por un ERE.

¿Qué es un ERE y cómo funciona?

Un ERE es un Expediente de Regulación de Empleo. Es un proceso legal que permite a las empresas reducir el número de trabajadores de forma voluntaria y con el consentimiento de los trabajadores afectados.

Para iniciar un ERE, la empresa debe notificarlo por escrito a la Dirección Provincial del Trabajo. En la carta se debe especificar el número de trabajadores afectados, la causa del ERE y el tiempo en el que se llevará a cabo el expediente.

Una vez que se inicia el ERE, se lleva a cabo un periodo de consultas entre la empresa y los representantes de los trabajadores. En este periodo, se negocian las condiciones de los despidos, como la indemnización a los trabajadores afectados.

Si no se llega a un acuerdo, se inicia un periodo de arbitraje en el que intervienen un juez y un representante de la empresa y otro de los trabajadores. El juez dicta una sentencia que debe ser acatada por las dos partes.

Si el ERE es por causas objetivas, como la falta de trabajo o la fusión o cierre de la empresa, los trabajadores afectados tienen derecho a una indemnización de 20 días por año trabajado, con un máximo de 12 mensualidades.

Los EREs por causas subjectivas, como la falta de rendimiento o el incumplimiento del contrato, no requieren indemnización.