¿Qué pasa si no me pagan el finiquito dentro de 10 días?

Si no se le paga el finiquito dentro de los 10 días, el empleado puede presentar una demanda por incumplimiento de contrato. La demanda se puede presentar ante el Juzgado de lo Mercantil, si el importe del finiquito es inferior a 40.000 euros, o ante el Juzgado de Primera Instancia, si el importe es superior a 40.000 euros.

La demanda deberá ir acompañada de la certificación del finiquito y de la resolución del contrato de trabajo, que deberá haber sido notificada al empleado por el empresario.

Asimismo, en la demanda se deberá especificar el importe que se reclama, así como los intereses que se hayan generado por el impago del finiquito.

En la sentencia, el Juzgado podrá ordenar el pago del finiquito, así como de los intereses generados. En caso de que el empresario no cumpla con la sentencia, el Juzgado podrá ordenar el embargo de los bienes del empresario hasta que se haya cubierto el importe adeudado.

¿Cuál es el plazo legal para reclamar un finiquito?

En España, el tiempo máximo que tiene un trabajador para reclamar su finiquito es de 45 días. Una vez transcurrido este tiempo, el empleador no está obligado a abonar el importe de la indemnización. No obstante, si el trabajador no cobra su finiquito en el plazo establecido por ley, podrá reclamar ante el Juzgado de lo Social.

La indemnización por despido improcedente es una cantidad que el empleador debe abonar al trabajador en el momento de su despido. Se trata de una indemnización que tiene por objeto compensar al trabajador por la pérdida de su empleo. El importe de la indemnización depende de la antigüedad del trabajador.

En el caso de que el despido sea nulo, el trabajador tendrá derecho a reclamar la readmisión en su puesto de trabajo, así como a percibir la totalidad de los salarios de tramitación, desde el despido hasta la readmisión, o, en su defecto, la indemnización por despido improcedente que le corresponda.

¿Cuánto tiempo tiene el patrono para pagar la liquidación?

Una liquidación es el pago de todos los salarios, beneficios y deducciones que se le deben a un empleado desde el último día en que trabajó hasta la fecha en que se le paga. Algunos estados tienen leyes que requieren que los salarios se paguen dentro de cierto número de días después de que un empleado deja de trabajar, pero la mayoría de los estados no tienen estas leyes. En ausencia de una ley estatal, el tiempo que el patrono tiene para pagar la liquidación depende de lo que se acuerde entre el empleado y el patrono. Por lo general, se espera que los salarios se paguen dentro de una semana después de que el empleado deja de trabajar.