¿Qué pasa si no se llega a un acuerdo en un ERE?

Despido improcedente. Si el despido es improcedente, el trabajador podrá optar por cobrar una indemnización de 33 días por año trabajado (hasta 24 mensualidades), o bien, demandar al empresario ante los Juzgados de lo Social para que sea el Juez quien decida la cantidad que debe percibir el trabajador a modo de indemnización (que suele ser mayor).

Hay dos supuestos en los que el despido no será improcedente:

• Cuando la empresa acredite una causa objetiva de despido (por ejemplo, una falta grave cometida por el trabajador).
• Cuando el trabajador haya renunciado voluntariamente a su puesto de trabajo.

En el primer supuesto (causa objetiva de despido), el trabajador cobrará la indemnización establecida en el Estatuto de los Trabajadores (42 o 44 días por año trabajado, con un máximo de 24 mensualidades).

En el segundo supuesto (renuncia voluntaria), el trabajador no tendrá derecho a cobrar indemnización alguna, aunque sí podrá cobrar las cantidades adeudadas por la empresa (salarios, vacaciones, etc.).

¿Cuándo es nulo un ERE?

Los despidos improcedentes son aquellos en los que la causa alegada por la empresa para el despido no es suficiente para justificarlo. En este caso, el despido es nulo y el trabajador tiene derecho a ser readmitido en su puesto de trabajo o, en su defecto, a percibir una indemnización de 33 días por año trabajado, con un máximo de 24 mensualidades.

Los despidos nulos son aquellos que se producen sin causa justificada o cuando la causa invocada es falsa. En estos casos, el trabajador tiene derecho a ser readmitido en su puesto de trabajo o, en su defecto, a percibir una indemnización de 33 días por año trabajado, con un máximo de 24 mensualidades.

Los despidos improcedentes también pueden ser aquellos en los que se incumplen las formalidades establecidas en la ley para su tramitación. En este caso, el despido es nulo y el trabajador tiene derecho a ser readmitido en su puesto de trabajo o, en su defecto, a percibir una indemnización de 33 días por año trabajado, con un máximo de 24 mensualidades.

¿Cuánto se tarda en negociar un ERE?

Los expedientes de regulación de empleo (ERE) son uno de los procedimientos más utilizados por las empresas para reducir costes cuando se enfrentan a una situación de crisis. Sin embargo, negociar un ERE puede llevar mucho tiempo y, a veces, fracasar.

La negociación de un ERE comienza con la solicitud de la empresa a la autoridad laboral. A partir de ahí, se inicia un periodo de consultas entre la empresa y los representantes de los trabajadores. En este periodo, se deben analizar todas las posibles soluciones a la crisis que enfrenta la empresa.

Una vez que se llega a un acuerdo, se redacta el ERE y se notifica a los trabajadores afectados. A partir de ahí, los trabajadores disponen de un plazo de 20 días hábiles para presentar alegaciones. Una vez finalizado este periodo, la empresa puede proceder a ejecutar el ERE.

La duración de todo el proceso, desde la solicitud hasta la ejecución, puede llegar a durar varios meses. Sin embargo, en algunos casos, las negociaciones pueden fracasar y el ERE no se llega a materializar.

¿Quién puede impugnar un ERE?

Los trabajadores afectados por un despido colectivo pueden impugnar un ERE ante los tribunales laborales. Tienen un plazo de 2 meses desde que se les notifica la decisión de la empresa de acabar con sus contratos de trabajo.

La impugnación de un ERE debe hacerse por escrito y debe dirigirse al Juzgado de lo Social competente. En el escrito se debe indicar el nombre y domicilio del trabajador, así como de su representante si lo tuviera, y se debe especificar el ERE impugnado y los fundamentos de impugnación. Éstos últimos deben ir motivados y debidamente fundamentados en derecho.

Si se presenta la impugnación de forma incorrecta o extemporánea, el Juzgado no la admitirá a trámite y el trabajador perderá el derecho a impugnar. No obstante, si el Juzgado estima que la impugnación es fundada, anulará el ERE y, en su caso, condenará a la empresa a readmitir a los trabajadores afectados en las mismas condiciones en que prestaban sus servicios antes de que se produjera el despido.

¿Cómo son las negociaciones de un ERE?

Las negociaciones de un ERE son un proceso complejo y a veces difícil. Se requiere el acuerdo de todas las partes interesadas para llegar a un acuerdo. Se debe tener en cuenta el impacto económico, social y laboral de un ERE.