¿Cuándo es obligatorio hacer un ERE?

¿Cuándo es obligatorio hacer un ERE?

El Expediente de Regulación de Empleo (ERE) es una medida que se utiliza para ajustar la plantilla de una empresa, y en ciertos casos se vuelve obligatoria. Sin embargo, no todas las empresas están obligadas a realizar un ERE, ya que esto depende de diferentes circunstancias.

En primer lugar, es obligatorio hacer un ERE cuando se cumple alguno de los supuestos establecidos en la legislación laboral. Estos supuestos incluyen la necesidad de realizar despidos colectivos debido a causas económicas, técnicas, organizativas o de producción. Por ejemplo, si una empresa se encuentra en situación de pérdidas económicas prolongadas y no puede mantener la plantilla actual, se verá en la obligación de realizar un ERE.

Además, también es obligatorio hacer un ERE cuando se supera un determinado número de despidos en un periodo de tiempo determinado. Según la legislación laboral, si una empresa despide a más de 20 trabajadores en un periodo de 90 días, se considera un despido colectivo y se debe llevar a cabo un ERE.

Otro caso en el que es obligatorio hacer un ERE es en empresas que están sujetas a convenios colectivos que lo establezcan como tal. Estos convenios pueden establecer la obligatoriedad de realizar un ERE cuando se dan determinadas circunstancias, como la reducción de la actividad de la empresa o la disminución de la producción.

En definitiva, es obligatorio hacer un ERE cuando se cumplen los supuestos establecidos en la legislación laboral, cuando se supera un determinado número de despidos en un periodo de tiempo determinado y cuando los convenios colectivos establecen su obligatoriedad. Es importante tener en cuenta que los EREs deben seguir una serie de trámites y procedimientos establecidos por ley, y es recomendable contar con asesoramiento legal para llevarlos a cabo de forma adecuada.

¿Cuántos trabajadores tiene que tener una empresa para hacer un ERE?

El Expediente de Regulación de Empleo (ERE) es una medida que puede adoptar una empresa cuando se encuentra en una situación económica que le impide mantener la totalidad de su plantilla. Para ello, la empresa debe acreditar ante la autoridad laboral competente la existencia de causas económicas, técnicas, organizativas o de producción que justifiquen la adopción del ERE.

En cuanto al número de trabajadores necesarios para llevar a cabo un ERE, la legislación laboral en España establece que una empresa debe tener al menos 50 empleados para poder realizar un ERE. No obstante, es importante destacar que este número puede variar en función de la normativa vigente y de las circunstancias específicas de cada caso.

Es importante resaltar que el objetivo de un ERE no es despedir a trabajadores de forma indiscriminada, sino buscar alternativas para solventar los problemas económicos de la empresa y evitar su cierre. Por este motivo, la empresa está obligada a negociar con los representantes legales de los trabajadores y a buscar medidas como la reducción de jornada, la suspensión temporal de contratos o la reubicación de empleados en otras áreas de la empresa antes de proceder al despido.

En resumen, una empresa en España debe contar con al menos 50 trabajadores para poder llevar a cabo un ERE. No obstante, es fundamental cumplir con los requisitos establecidos por la legislación laboral y llevar a cabo un proceso de negociación con los representantes de los trabajadores antes de adoptar esta medida.

¿Cuántos despidos se considera ERE?

Un ERE, o Expediente de Regulación de Empleo, es un procedimiento que utiliza una empresa en España para realizar despidos colectivos. Pero, ¿cuántos despidos se considera ERE?

Según la legislación laboral española, se considera un ERE cuando una empresa despide a un número significativo de empleados, y ese número varía según el tamaño de la empresa. En empresas con menos de 100 empleados, se considera ERE cuando se despiden al menos a 10 trabajadores. Mientras que en empresas con más de 100 empleados, se considera ERE cuando se despide al menos al 10% de la plantilla, siempre que sean al menos 20 trabajadores.

Es importante destacar que un ERE no solo implica despidos, sino que también puede implicar otras medidas como la reducción de jornada o la suspensión temporal de contratos.

El objetivo principal de un ERE es permitir a las empresas reajustar su plantilla en situaciones de dificultad económica o por motivos de reestructuración interna. Sin embargo, no todas las empresas pueden llevar a cabo un ERE sin justificación. Normalmente, las empresas deben presentar un informe que justifique la necesidad del ERE y demostrar que han agotado todas las alternativas posibles antes de recurrir a los despidos.

En conclusión, para considerar un despido como ERE, se deben cumplir ciertos requisitos dependiendo del tamaño de la empresa. Un ERE implica despidos colectivos y puede ser utilizado por las empresas como una medida para reajustar su plantilla en situaciones de dificultad económica o reestructuración interna.

¿Qué pasa si un trabajador no acepta un ERE?

Un ERE es un Expediente de Regulación de Empleo que una empresa puede presentar para hacer frente a situaciones económicas complicadas o para llevar a cabo reestructuraciones internas. Esto implica la posibilidad de despidos colectivos o la modificación de las condiciones laborales de los empleados.

Si un trabajador no acepta un ERE, puede enfrentar diferentes escenarios dependiendo de la situación y las medidas que tome la empresa. En primer lugar, es importante destacar que el trabajador tiene derechos y protección legal.

En caso de que el trabajador no esté de acuerdo con el ERE, puede optar por negociar con la empresa para intentar llegar a un acuerdo que sea beneficioso para ambas partes. Esto puede incluir la búsqueda de soluciones alternativas, como la redistribución de las funciones o la formación para desempeñar nuevos roles.

Si no se llega a un acuerdo, la empresa podría tomar la decisión de llevar a cabo el despido del trabajador. En este caso, el trabajador tendría derecho a recibir una indemnización según lo establecido en la legislación laboral correspondiente.

Por otro lado, el trabajador también puede optar por emprender acciones legales para impugnar el ERE si considera que se han vulnerado sus derechos laborales. En este caso, sería necesario contar con asesoramiento legal especializado para llevar a cabo este proceso.

En resumen, si un trabajador no acepta un ERE, puede intentar negociar con la empresa, enfrentar un despido con su correspondiente indemnización o emprender acciones legales para impugnar el proceso. Es fundamental conocer los derechos laborales y la legislación vigente para tomar decisiones informadas y proteger los intereses de los trabajadores en estas situaciones.

¿Cuánto tiempo tiene que pasar para despedir después de un ERE?

La pregunta sobre cuánto tiempo tiene que pasar para despedir a un trabajador después de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) es común entre los empleados afectados por esta situación. Un ERE es un proceso legal que permite a las empresas realizar despidos colectivos debido a causas económicas, técnicas, organizativas o de producción.

El tiempo que debe pasar para despedir después de un ERE puede variar dependiendo de diferentes factores. En primer lugar, es necesario que el ERE sea aprobado por las autoridades laborales competentes. Una vez aprobado, la empresa puede llevar a cabo los despidos, pero debe respetar los plazos establecidos por la legislación laboral.

En general, el plazo mínimo que debe transcurrir después de un ERE para realizar los despidos es de 30 días. Durante este tiempo, la empresa debe llevar a cabo un proceso de negociación con los representantes de los trabajadores para tratar de llegar a un acuerdo que minimice el impacto de los despidos y garantice los derechos de los empleados afectados.

Si no se llega a un acuerdo durante este periodo, la empresa puede proceder a los despidos, pero debe cumplir con ciertos requisitos legales. Por ejemplo, debe comunicar individualmente a cada trabajador afectado su despido y los motivos detrás de esta decisión. Además, la empresa debe ofrecer una indemnización económica al trabajador despedido, que puede variar dependiendo de la antigüedad del empleado y de las condiciones establecidas en el ERE.

En conclusión, el tiempo que tiene que pasar para despedir después de un ERE es de al menos 30 días, durante los cuales la empresa debe llevar a cabo un proceso de negociación y cumplir con ciertos requisitos legales. Es importante que los trabajadores afectados estén informados sobre sus derechos y consulten con profesionales legales o los representantes sindicales para recibir asesoramiento adecuado.

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