¿Qué derechos tengo después de una excedencia voluntaria?

En primer lugar, es importante entender qué es una excedencia voluntaria. Se trata de un permiso que solicita un trabajador ante la empresa para ausentarse de su puesto de trabajo durante un periodo determinado de tiempo, sin perder el vínculo laboral con la empresa.

Después de una excedencia voluntaria, el trabajador tiene varios derechos que deben ser respetados por la empresa. Uno de los derechos principales es el de reincorporarse al puesto de trabajo una vez finalizado el periodo de excedencia. La empresa debe garantizar al trabajador el mismo puesto de trabajo o uno de igual categoría y sueldo.

Otro derecho importante que tiene el trabajador después de una excedencia voluntaria es el de continuar cotizando a la Seguridad Social. Durante el periodo de excedencia no se generan derechos de prestación, como el desempleo, pero es posible solicitar la cotización voluntaria a la Seguridad Social para mantener los derechos adquiridos.

Además, el trabajador tiene derecho a conservar la antigüedad y los trienios que había acumulado antes de la excedencia. Esto significa que al regresar a su puesto de trabajo, se le reconocerá la antigüedad que tenía antes de la excedencia y se le tendrán en cuenta los trienios correspondientes para el cálculo de su salario.

Otro derecho fundamental es el de disfrutar de los permisos y vacaciones correspondientes. El trabajador tiene derecho a disfrutar de los días de permiso retribuido que le correspondan, así como de las vacaciones anuales que le correspondan según el convenio colectivo de su sector.

Por último, es importante destacar que el trabajador no puede ser discriminado o perjudicado de ninguna manera por haber solicitado una excedencia voluntaria. La empresa no puede tomar represalias contra el trabajador por ejercer su derecho a solicitar una excedencia y debe tratarle de manera igualitaria a los demás empleados.

En resumen, después de una excedencia voluntaria, el trabajador tiene derecho a reincorporarse a su puesto de trabajo, a seguir cotizando a la Seguridad Social, a conservar la antigüedad y los trienios, a disfrutar de permisos y vacaciones, y a no ser discriminado o perjudicado por haber solicitado la excedencia.

¿Qué pasa después de la excedencia voluntaria?

La excedencia voluntaria es una opción que tienen los trabajadores para dejar su puesto de trabajo por un tiempo determinado. Una vez finalizada la excedencia, el trabajador puede volver a su puesto o buscar otro empleo.

Después de la excedencia voluntaria, la empresa no está obligada a conservar el puesto de trabajo para el trabajador. Sin embargo, muchas veces se reserva un puesto similar o se ofrece al trabajador la posibilidad de incorporarse en una vacante existente.

Es importante destacar que durante la excedencia voluntaria, el trabajador no recibe ningún tipo de salario ni prestaciones sociales. Por lo tanto, al volver al trabajo, el trabajador retoma su salario y beneficios como cualquier otro empleado.

Además, el período de excedencia voluntaria se considera como tiempo de cotización a la Seguridad Social, por lo que no se pierden los derechos acumulados en este período. Esto incluye el tiempo de cotización para la jubilación, el desempleo y las prestaciones por incapacidad temporal.

En cuanto a las vacaciones y otros derechos adquiridos, dependerá de lo acordado entre el trabajador y la empresa durante la excedencia. En algunos casos, se podrían acumular las vacaciones no disfrutadas durante el período de excedencia.

En resumen, después de la excedencia voluntaria, el trabajador tiene la opción de volver a su puesto de trabajo o buscar otro empleo. No se pierden los derechos acumulados durante el período de excedencia y se retoman los beneficios y salario al reincorporarse.

¿Qué derechos se pierden con una excedencia voluntaria?

La excedencia voluntaria es un derecho que tiene todo trabajador por cuenta ajena que le permite dejar de trabajar de forma temporal en una empresa. Durante este periodo, el trabajador está exento de cumplir con sus obligaciones laborales y no recibe salario, pero mantiene su vínculo con la empresa.

Uno de los derechos que se pierde durante la excedencia voluntaria es el derecho al salario. Al no estar trabajando, el empleado no percibe ningún tipo de remuneración por parte de la empresa. Esto implica que no recibirá sueldo ni ningún tipo de beneficio económico asociado al trabajo, como las pagas extraordinarias o incentivos por desempeño.

Otro derecho que se pierde durante la excedencia voluntaria es el derecho a la estabilidad laboral. Durante este periodo, el contrato de trabajo queda suspendido, por lo que el trabajador no goza de protección frente al despido o a cualquier otro tipo de terminación de la relación laboral. Además, tampoco se generan periodo de cotización a la Seguridad Social durante la excedencia, lo que puede afectar a las prestaciones se enfermedad o desempleo.

Además, durante la excedencia voluntaria también se pierde el derecho a promocionar o ascender en el trabajo. Al estar fuera de la empresa, el trabajador no participa en los procesos de selección internos que puedan ofrecerse para ocupar puestos de mayor responsabilidad o categoría. Esto podría suponer una desventaja en el desarrollo de la carrera profesional.

Hay que tener en cuenta que a pesar de la pérdida de algunos derechos, durante la excedencia voluntaria se mantienen otros, como el mantenimiento de la antigüedad en la empresa o el derecho a reincorporarse al puesto de trabajo una vez finalizado el periodo de excedencia, siempre y cuando se cumplan las condiciones establecidas en el acuerdo de excedencia y en la normativa laboral vigente.

En resumen, los principales derechos que se pierden con una excedencia voluntaria son el salario, la estabilidad laboral y la posibilidad de promoción en el trabajo. Sin embargo, se mantienen otros derechos como la antigüedad y la posibilidad de volver a ocupar el puesto de trabajo al finalizar el periodo de excedencia.

¿Qué finiquito me corresponde por excedencia?

La excedencia laboral es una situación en la que el trabajador se encuentra fuera de su puesto de trabajo de manera voluntaria, ya sea por motivos personales o profesionales. Durante este periodo, el trabajador no está obligado a prestar sus servicios a la empresa y se suspende el contrato laboral.

Es importante tener en cuenta que el periodo de excedencia puede ser tanto voluntario como forzoso. En el caso de la excedencia voluntaria, el trabajador decide solicitarla por motivos personales, como por ejemplo, cuidar de un familiar o estudiar. Por otro lado, la excedencia forzosa se produce cuando la empresa decide suspender temporalmente al trabajador.

En cuanto al finiquito, en el caso de la excedencia voluntaria, el trabajador tiene derecho a recibir una indemnización equivalente al 100% de la parte proporcional de las pagas extras pendientes a percibir durante el periodo de excedencia. Además, también se tiene en cuenta el tiempo trabajado previo a la excedencia para calcular la indemnización por antigüedad.

En el caso de la excedencia forzosa, la empresa está obligada a abonar al trabajador una indemnización equivalente a una mensualidad por cada año de servicio, prorrateando por meses los periodos inferiores al año. Además, también se tiene en cuenta el tiempo trabajado previo a la excedencia para calcular la indemnización por antigüedad.

Es importante tener en cuenta que el finiquito por excedencia puede variar en función de diferentes factores, como la duración de la excedencia, la antigüedad del trabajador en la empresa y el tipo de excedencia (voluntaria o forzosa). Por ello, es recomendable consultar el convenio colectivo aplicable o asesorarse con un experto laboral para conocer con exactitud el finiquito que corresponde en cada caso.

En resumen, el finiquito por excedencia depende de diversos factores como la duración y el tipo de excedencia, así como la antigüedad del trabajador en la empresa. Es fundamental consultar la legislación aplicable o buscar asesoramiento para conocer con exactitud el finiquito que corresponde en cada caso.

¿Cuándo finaliza la excedencia voluntaria el trabajador tiene derecho a volver a su puesto de trabajo?

La excedencia voluntaria es una situación en la que el trabajador decide dejar temporalmente su puesto de trabajo por diversos motivos personales, como el cuidado de un familiar, la formación académica o la búsqueda de nuevas oportunidades laborales. Durante este periodo, el empleado tiene la garantía de poder regresar a su puesto una vez finalizada la excedencia.

Para poder volver a su puesto de trabajo, el trabajador debe comunicar su intención de reincorporarse con antelación a la empresa. El tiempo de preaviso necesario varía según el Convenio Colectivo aplicable o el acuerdo individual con el empleador, aunque normalmente suele ser de 15 días.

Es importante destacar que, en caso de no comunicar su intención de regresar en el plazo establecido, el trabajador podría perder su derecho a volver a su puesto y la empresa podría despedirlo de forma procedente. Por tanto, es fundamental que el trabajador esté al tanto de los plazos y procedimientos establecidos.

Una vez finalizada la excedencia voluntaria, el empleado debe ser reincorporado en las mismas condiciones laborales que tenía antes de su salida. Esto implica conservar el mismo puesto de trabajo, salario y categoría profesional. Además, el tiempo que el trabajador ha estado en excedencia cuenta como periodo trabajado a efectos de antigüedad y prestaciones sociales.

En resumen, el trabajador tiene derecho a volver a su puesto de trabajo una vez finalizada la excedencia voluntaria, siempre y cuando comunique su intención de reincorporarse en el plazo establecido. Es fundamental cumplir con los plazos y procedimientos para conservar este derecho. La empresa debe reincorporar al empleado en las mismas condiciones laborales que tenía antes de su salida.