¿Cuándo se puede hacer un ERTE temporal?

¿Cuándo se puede hacer un ERTE temporal?

Un ERTE temporal se puede hacer cuando una empresa se encuentra en una situación de fuerza mayor o por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción que afecten de manera temporal su actividad. Este tipo de medida permite a la empresa suspender los contratos de trabajo o reducir la jornada laboral de sus empleados durante un periodo determinado.

La situación de fuerza mayor puede deberse a circunstancias imprevistas, como catástrofes naturales, incendios, inundaciones o situaciones similares. En estos casos, la empresa debe demostrar que no puede llevar a cabo su actividad de manera normal debido a estas circunstancias excepcionales.

Por otro lado, las causas económicas, técnicas, organizativas o de producción pueden deberse a una disminución de la demanda de productos o servicios, a cambios en el mercado, a problemas financieros o a reestructuraciones de la empresa. En estos casos, la empresa debe demostrar que la adopción de un ERTE temporal es necesario para evitar perjuicios económicos mayores o el cierre definitivo.

Es importante mencionar que la empresa debe seguir un procedimiento legal establecido para llevar a cabo un ERTE temporal. Esto implica la realización de consultas con los representantes de los trabajadores y la comunicación a la autoridad laboral competente. Además, la empresa debe garantizar el mantenimiento del empleo durante un periodo determinado después de finalizar el ERTE.

En resumen, un ERTE temporal se puede hacer cuando una empresa se encuentra en una situación de fuerza mayor o por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción que afecten de manera temporal su actividad. Sin embargo, es importante seguir el procedimiento legal establecido y cumplir con las obligaciones laborales para evitar posibles sanciones.

¿Cuando una empresa puede hacer un ERTE?

El ERTE, o Expediente de Regulación Temporal de Empleo, es una herramienta que permite a las empresas hacer frente a situaciones de crisis o dificultades económicas. En este sentido, una empresa puede hacer un ERTE cuando se encuentre en una de estas situaciones.

Una de las principales causas por las que una empresa puede solicitar un ERTE es la falta de actividad económica. Esto puede deberse a factores como la caída de la demanda, la pérdida de contratos o la falta de producción. En estos casos, la empresa puede presentar un ERTE para poder suspender los contratos de trabajo durante un tiempo determinado.

Otra causa que puede llevar a una empresa a hacer un ERTE es una situación de fuerza mayor. Esto puede incluir circunstancias excepcionales como desastres naturales, crisis sanitarias o situaciones económicas graves a nivel nacional. En estos casos, la empresa puede aplicar un ERTE para hacer frente a la situación.

Es importante resaltar que, para poder hacer un ERTE, la empresa debe cumplir una serie de requisitos y seguir los procedimientos legales establecidos. Además, es necesario que se realice una negociación con los representantes de los trabajadores para alcanzar un acuerdo sobre las medidas a adoptar durante el ERTE.

En resumen, una empresa puede hacer un ERTE cuando se encuentra en una situación de falta de actividad económica o de fuerza mayor. Sin embargo, es necesario cumplir los requisitos legales y llegar a un acuerdo con los trabajadores antes de aplicar un ERTE.

¿Cuánto tiempo puede estar una empresa en ERTE?

El ERTE, Expediente de Regulación Temporal de Empleo, es una medida que permite a las empresas suspender o reducir de forma temporal los contratos de sus trabajadores debido a situaciones de fuerza mayor, como en el caso de la crisis provocada por la pandemia del COVID-19.

Una de las preguntas más frecuentes es ¿cuánto tiempo puede una empresa estar en ERTE? Pues bien, la duración máxima de un ERTE se establece en 36 meses, que pueden ser consecutivos o no. Es decir, una empresa puede estar en ERTE hasta un máximo de tres años.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que este tiempo máximo está sujeto a las condiciones y circunstancias específicas de cada empresa. La duración de un ERTE puede variar dependiendo de factores como la evolución de la situación económica, las necesidades de la empresa y la normativa laboral vigente.

Además, es necesario destacar que durante el ERTE, los trabajadores afectados por esta medida pueden recibir una prestación económica por desempleo, a la que tienen derecho siempre y cuando cumplan con los requisitos establecidos por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).

Es fundamental que las empresas se mantengan informadas sobre la normativa laboral y las posibles modificaciones que puedan surgir. Asimismo, es importante establecer un diálogo constante con los trabajadores y los representantes sindicales para garantizar una gestión adecuada del ERTE.

En resumen, aunque la duración máxima de un ERTE es de 36 meses, es necesario evaluar y adaptar esta medida a las necesidades y circunstancias específicas de cada empresa. El objetivo es lograr una recuperación económica sólida y preservar el empleo en la medida de lo posible.

¿Cuándo se puede hacer un ERE temporal?

En España, se puede llevar a cabo un ERE (Expediente de Regulación de Empleo) temporal cuando existen causas económicas, técnicas, organizativas o de producción que justifiquen la necesidad de adaptar la plantilla laboral de una empresa a las circunstancias actuales.

Las causas económicas pueden ser la disminución de ventas, la falta de liquidez o la pérdida de rentabilidad, entre otras. Las causas técnicas se refieren a cambios en la maquinaria, los procesos de producción o los métodos de trabajo. Por otro lado, las causas organizativas pueden darse por cambios en la estructura de la empresa, mientras que las causas de producción se relacionan con la falta de demanda de los productos o servicios ofrecidos.

El ERE temporal debe ser aprobado por la autoridad laboral competente y se puede llevar a cabo mediante la suspensión temporal de los contratos de trabajo o la reducción de la jornada laboral. En el caso de la suspensión temporal, los trabajadores quedan exentos de prestar servicios durante un período determinado, aunque mantienen su vínculo laboral con la empresa. En cambio, si se opta por la reducción de jornada, los trabajadores continúan prestando servicios, pero por menos horas de las habituales.

En ambos casos, la empresa está obligada a comunicar al Comité de Empresa o a los representantes de los trabajadores sobre la intención de realizar un ERE temporal. Además, debe justificar las causas que lo motivan y negociar con los representantes de los trabajadores las medidas de acompañamiento a aplicar, como indemnizaciones, formación o recolocación laboral.

Es importante tener en cuenta que la duración máxima de un ERE temporal es de 6 meses, aunque puede ser prorrogado por otros 6 meses si persisten las causas que lo originaron. Durante este tiempo, los trabajadores afectados tienen derecho a percibir una prestación por desempleo, cuya cuantía varía en función de la base de cotización y el tiempo cotizado.

En resumen, un ERE temporal se puede realizar en España cuando existen causas económicas, técnicas, organizativas o de producción que justifiquen la adaptación de la plantilla. Estas causas deben ser aprobadas por la autoridad laboral competente y se pueden llevar a cabo mediante la suspensión temporal de los contratos o la reducción de la jornada laboral. Durante este período, los trabajadores afectados perciben una prestación por desempleo y se negocian medidas de acompañamiento con los representantes sindicales.

¿Qué se necesita para hacer un ERTE?

El ERTE o Expediente de Regulación Temporal de Empleo es un procedimiento al que pueden acogerse las empresas para suspender o reducir temporalmente los contratos de trabajo debido a causas económicas, técnicas, organizativas o de producción que afecten a la empresa.

Para poder realizar un ERTE, la empresa debe cumplir una serie de requisitos. En primer lugar, debe demostrar que se encuentra en una situación de dificultad económica que le impide mantener la plantilla de trabajadores en las mismas condiciones.

También es necesario informar y negociar con los representantes de los trabajadores o, en su defecto, con los propios trabajadores en casos de empresas con menos de 50 empleados. Estas negociaciones deben incluir las medidas a adoptar en el ERTE y el período durante el cual se aplicará.

Una vez comunicado el inicio del procedimiento de ERTE a los trabajadores o a sus representantes, la empresa debe presentar la documentación necesaria ante la autoridad laboral competente. Esta documentación incluye el informe técnico, económico y organizativo que justifica la necesidad del ERTE.

Finalmente, es importante destacar que el ERTE debe ser aprobado por la autoridad laboral competente antes de su implementación. La autoridad laboral evaluará si se cumplen todos los requisitos y si las medidas propuestas son adecuadas y proporcionadas a la situación de la empresa.

En resumen, para hacer un ERTE se necesita demostrar una situación de dificultad económica, informar y negociar con los trabajadores, presentar la documentación necesaria y obtener la aprobación de la autoridad laboral competente.

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