¿Qué son los ERTEs y EREs?

¿Qué son los ERTEs y EREs?

Los ERTEs son Expedientes de Regulación Temporal de Empleo, que han sido creados en España para hacer frente a los momentos de crisis económica o financiera por los que atraviesan las empresas. Estos expedientes permiten a las empresas suspender temporalmente los contratos de trabajo de sus empleados o reducir su horario laboral.

Por otro lado, los ERE son Expedientes de Regulación de Empleo, que tienen como finalidad la extinción de los contratos laborales de los empleados de una empresa. Estos expedientes se utilizan como medida extrema en el caso de cierre definitivo de la empresa o de una reestructuración profunda.

En ambos casos, tanto en los ERTEs como en los EREs, el objetivo es preservar la viabilidad y la sostenibilidad de la empresa. Los primeros sirven para reducir costes a corto plazo, mientras que los segundos buscan una reforma integral de la organización para adaptarse a las condiciones del mercado.

Los ERTEs y EREs son temas que generan gran preocupación entre los trabajadores, ya que suelen estar asociados con una pérdida de empleo o con una considerable reducción de la jornada laboral. Sin embargo, también pueden representar una oportunidad para las empresas para salir adelante de situaciones complicadas, evitando la liquidación o el cierre del negocio.

¿Qué diferencia hay entre un ERTE y un ERE?

Un ERTE y un ERE son dos herramientas que pueden ser utilizadas por las empresas para llevar a cabo ajustes en su plantilla laboral. Aunque ambas tienen en común que se enfocan en reducir el número de trabajadores, su objetivo y su ámbito de aplicación son diferentes.

Un ERTE es un Expediente de Regulación Temporal de Empleo, un mecanismo que permite a las empresas suspender temporalmente los contratos de sus trabajadores en momentos de crisis o dificultad económica. A diferencia de un despido, en un ERTE los trabajadores no pierden su empleo y se les garantiza el derecho a la prestación por desempleo. El ERTE puede ser aplicado temporalmente y puede afectar a toda la plantilla o solo a una parte de la misma.

Por otro lado, un ERE es un Expediente de Regulación de Empleo y se enfoca en la reducción permanente de la plantilla de una empresa. En un ERE, los trabajadores son despedidos y la empresa paga una compensación económica por ello. Para llevar a cabo un ERE, la empresa debe justificar causas económicas, organizativas, técnicas o de producción que justifiquen la necesidad de reducir la plantilla.

En resumen, la principal diferencia entre un ERTE y un ERE es que el primero es temporal y busca regular el empleo en momentos de crisis, mientras que el segundo es permanente y busca reducir el número de trabajadores en una empresa. Ambos mecanismos deben ser gestionados con responsabilidad y transparencia por parte de las empresas, y siempre garantizando los derechos de los trabajadores y cumpliendo con las obligaciones legales establecidas.

¿Que se cobra en un ERTE ETOP?

Los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) son una medida que permite a las empresas suspender temporalmente los contratos de sus trabajadores en situaciones de crisis. Existen varios tipos de ERTE, y uno de ellos es el ERTE ETOP, que se aplica cuando hay causas económicas, técnicas, organizativas o de producción que pueden afectar gravemente a la empresa.

En un ERTE ETOP, los trabajadores afectados tendrán derecho a percibir una prestación por desempleo que se calcula en base al 75% de la base reguladora que tenga cada trabajador. Siempre y cuando, el tiempo que dure la suspensión no sea superior a 180 días al año.

Además, los trabajadores afectados por un ERTE ETOP no perderán los derechos laborales que tuvieran antes de la suspensión temporal del contrato. Es decir, seguirán teniendo derecho a la antigüedad, las vacaciones y diversos beneficios que ya tuvieran acordados con su empresa antes del expediente.

Es importante destacar que el trabajador no tiene que hacer nada para solicitar la prestación por desempleo en un ERTE ETOP. Es la propia empresa la que se encarga de comunicar la situación a la autoridad laboral y a los trabajadores afectados, y de gestionar los trámites correspondientes ante el Servicio Público de Empleo Estatal.

Por tanto, si una empresa se encuentra en situación de crisis económica y decide presentar un ERTE ETOP para reducir temporalmente su plantilla, los trabajadores afectados por esta medida tendrán derecho a una prestación por desempleo del 75% de su base reguladora, sin perder los derechos laborales que ya tenían antes de la suspensión temporal del contrato.

¿Qué diferencia hay entre un ERE y un despido?

Un ERE (Expediente de Regulación de Empleo) y un despido son dos formas de terminar la relación laboral entre una empresa y un trabajador. Sin embargo, existen diferencias entre ambos conceptos.

Por un lado, el ERE se utiliza cuando se quiere llevar a cabo una reducción de plantilla en una empresa. Esta medida se aplica cuando la compañía sufre dificultades económicas o de organización que le impiden continuar con su actividad de forma normal. En estos casos, la empresa puede llevar a cabo un proceso de negociación con los representantes de los trabajadores, intentando llegar a un acuerdo para la salida de una parte de la plantilla. Este proceso se conoce como periodo de consultas y puede durar en torno a un mes. Si se llega a un acuerdo, se procede a la extinción del contrato de los trabajadores afectados por el ERE y se les indemniza por ello.

Por otro lado, un despido se produce por causas individuales, como pueden ser un mal desempeño laboral, una falta grave o disciplinaria, un incumplimiento del contrato, etc. En este caso, la empresa no tiene por qué negociar con los trabajadores y basta con comunicarles la decisión mediante una carta de despido. La empresa deberá abonar al trabajador la indemnización correspondiente, según lo establecido en la ley.

En conclusión, la principal diferencia entre un ERE y un despido es que el primero es una medida colectiva motivada por dificultades empresariales, mientras que el segundo es una medida individual motivada por causas no colectivas. La empresa debe seguir unos procedimientos y negociaciones distintas en cada caso. Es importante conocer estas diferencias para poder defender los derechos de los trabajadores en cada situación.

¿Qué tipo de despido es un ERE?

Un ERE, siglas que significan Expediente de Regulación de Empleo, es un tipo de despido colectivo que se realiza por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción, según establece la legislación laboral de España.

Este tipo de despido afecta a un número significativo de trabajadores, por lo que la empresa empleadora tiene la obligación legal de negociar el despido con los representantes legales de los trabajadores para llegar a un acuerdo justo y equitativo para ambas partes.

Normalmente, un ERE implica el cese de la actividad empresarial o la reducción del número de empleados dentro de una compañía, debido a la falta de liquidez, el descenso en la demanda o la necesidad de reorganizar la estructura y modelo de negocio de la empresa.

En este tipo de despido colectivo, los trabajadores afectados tienen derecho a obtener una indemnización por despido y a solicitar prestaciones como el paro, siempre y cuando cumplan con los requisitos legales establecidos por la Seguridad Social.

En conclusión, un ERE es un tipo de despido que se realiza por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción, que afecta a un número significativo de trabajadores y que está regulado por la legislación laboral española. Los trabajadores afectados tienen derecho a negociar con la empresa el finiquito y otra serie de prestaciones de desempleo.

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