¿Qué es un ERTE y quién lo paga?

¿Qué es un ERTE y quién lo paga?

Un ERTE, o Expediente de Regulación Temporal de Empleo, es un mecanismo al que se recurre en situaciones de crisis económicas o situaciones excepcionales, como la que ha generado el COVID-19, que permiten a las empresas suspender temporalmente los contratos de trabajo o reducir las jornadas laborales de sus trabajadores.

El ERTE es una medida que ha sido aplicada por muchas empresas en España debido a la pandemia del COVID-19, ya que muchos negocios han visto una reducción significativa en su actividad y no pueden mantener su plantilla laboral.

En un ERTE, los trabajadores afectados reciben una prestación por desempleo que es financiada por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), es decir, por el Estado. Las empresas tienen la obligación de solicitar esta prestación en nombre de sus empleados, y luego se encargan de abonar las cotizaciones sociales correspondientes.

Es importante destacar que un ERTE no significa que el trabajador haya perdido su empleo, ya que se trata de una suspensión temporal del mismo. Una vez que la empresa recupere su actividad y pueda volver a contratar a sus trabajadores, estos podrán volver a sus puestos de trabajo con normalidad.

En conclusión, el ERTE se ha convertido en una medida indispensable para muchas empresas que se han visto afectadas por la pandemia del COVID-19. Gracias a esta herramienta, los trabajadores afectados han podido recibir una prestación por desempleo financiada por el Estado, mientras que las empresas han podido mantener sus trabajadores y recuperarlos cuando sea posible.

¿Qué es y cómo funciona un ERTE?

Un ERTE es un recurso al que pueden acudir las empresas para poder reducir temporalmente la carga laboral y, por lo tanto, la cantidad de empleados activos en su plantilla. Esta medida se ha convertido en una herramienta clave para muchas empresas, ya que les permite afrontar situaciones difíciles sin tener que despedir a trabajadores.

Los ERTEs pueden aplicarse por diferentes motivos: crisis económicas, causas de fuerza mayor, reducciones temporales de la actividad empresarial, entre otros. Después de que se haya presentado la documentación correspondiente, debe de ser aprobado por la autoridad laboral competente en la materia.

Los trabajadores afectados por un ERTE tienen derecho a una prestación por desempleo, siempre y cuando hayan cotizado lo suficiente para ello. Además, se garantiza la conservación del empleo, lo que significa que cuando el ERTE finalice, los trabajadores afectados podrán reincorporarse a su puesto de trabajo.

Es importante tener en cuenta que los ERTEs son medidas temporales, por lo que su duración y los procesos a seguir para su aplicación pueden variar en función de cada caso en específico. Es responsabilidad de la empresa informar adecuadamente a los trabajadores sobre las posibles consecuencias que pueda tener un ERTE.

¿Cuánto tiempo se puede estar en el ERTE?

El ERTE es un término que se ha vuelto común en el lenguaje de los españoles desde que inició la pandemia del COVID-19. Se trata de un Expediente de Regulación Temporal de Empleo que permite a las empresas suspender temporalmente los contratos laborales o reducir la jornada y salarios de sus trabajadores.

Una de las dudas más frecuentes que surge entre los trabajadores afectados por un ERTE es cuánto tiempo podrán estar en esta situación. La duración del ERTE dependerá de las necesidades y decisiones de la empresa, ya que son ellas quienes deben solicitar su prórroga si lo consideran necesario. En cualquier caso, la duración máxima del ERTE es de seis meses, aunque las empresas pueden solicitar una prórroga si lo consideran necesario.

Es importante mencionar que mientras dure el ERTE, los trabajadores siguen contratados y gozan de sus derechos laborales, aunque no estén activamente trabajando. Además, durante el tiempo de suspensión o reducción de jornada, los trabajadores pueden recibir una prestación económica especial de la Seguridad Social.

¿Que supone un ERTE para la empresa?

Un ERTE es un Expediente de Regulación Temporal de Empleo, que se suele aplicar cuando una empresa pasa por una situación de crisis temporal que le impide mantener el empleo de su plantilla en niveles normales. Este procedimiento permite a la empresa reducir la jornada laboral o los salarios de sus trabajadores durante un período determinado, o incluso suspender temporalmente los contratos de trabajo.

La aplicación de un ERTE puede ser una medida necesaria para evitar la quiebra de la empresa y la pérdida de todos los puestos de trabajo, pero también supone un cierto coste para la empresa. Por una parte, la empresa tiene que seguir pagando las cotizaciones sociales de sus trabajadores durante la duración del ERTE, lo que puede representar un gasto importante. Además, si el ERTE dura demasiado tiempo, puede reducir la capacidad productiva de la empresa a largo plazo.

Otro de los aspectos importantes del ERTE es su relación con los trabajadores afectados. Durante el tiempo en que se aplica el ERTE, los trabajadores siguen formando parte de la plantilla de la empresa, pero tienen una jornada reducida o no trabajan. La empresa tiene que garantizar que los trabajadores reciban una indemnización por el período no trabajado, aunque esta compensación suele ser inferior a su salario normal. Además, los trabajadores tienen derecho a conservar su puesto de trabajo durante un período de tiempo determinado después de que finalice el ERTE.

En resumen, un ERTE puede ser una medida necesaria para proteger la empresa en tiempos de crisis, pero también implica una serie de costes y riesgos. La empresa debe sopesar cuidadosamente los efectos a largo plazo de un ERTE antes de decidir aplicarlo.

¿Quién paga la Seguridad Social estando en ERTE?

Cuando una persona se encuentra en una situación de ERTE, su relación laboral se encuentra suspendida temporalmente. A pesar de ello, sigue estando inscrita dentro de la Seguridad Social, lo que plantea muchas dudas respecto a quién es el responsable de abonar este coste.

La respuesta a quién paga la Seguridad Social estando en ERTE es que, por norma general, este coste se divide entre la empresa y el trabajador. Es decir, aunque el empleado no esté trabajando, sigue manteniendo una relación laboral con la empresa y por tanto, sigue siendo sujeto a cotización.

En este sentido, el trabajador tendrá que abonar la parte correspondiente a su cuota de la Seguridad Social, que puede variar dependiendo de los días cotizados. Por otro lado, la empresa tendrá que hacer frente a la parte correspondiente a la cotización patronal, que suele ser más elevada.

Es importante mencionar que, en algunas ocasiones, la empresa puede eximir al trabajador de su responsabilidad en el pago de las cotizaciones, por lo que será ella quien se haga cargo de estos costes. No obstante, esto no es lo habitual y depende de cada caso concreto.

Por otro lado, durante el tiempo que el trabajador se encuentre en la situación de ERTE, seguirá teniendo derecho a las prestaciones sanitarias que ofrece la Seguridad Social, sin tener que realizar ningún pago adicional.

En conclusión, es importante conocer quién paga la Seguridad Social estando en ERTE, ya que se trata de un proceso en el que tanto la empresa como el trabajador tienen responsabilidades en este sentido. Conocer estos detalles permitirá estar prevenidos y evitar problemas en el futuro.

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