¿Qué es un ERTE por causas económicas?

¿Qué es un ERTE por causas económicas?

Un ERTE por causas económicas es un procedimiento mediante el cual una empresa puede suspender los contratos de trabajo de sus empleados de forma temporal debido a circunstancias económicas adversas.

Este tipo de ERTE se produce cuando una empresa atraviesa dificultades económicas que le impiden mantener la actividad de forma regular y continua. Puede deberse a factores como una disminución de la demanda de sus productos o servicios, la pérdida de clientes, la falta de liquidez o la imposibilidad de hacer frente a los gastos laborales.

Para iniciar un ERTE por causas económicas, la empresa debe presentar una solicitud a la autoridad laboral competente, en la mayoría de los casos, a la Dirección General de Trabajo o a la Consejería de Empleo de la Comunidad Autónoma correspondiente. En esta solicitud, la empresa debe argumentar la situación económica que justifica la necesidad del ERTE.

Una vez que la autoridad laboral aprueba el ERTE, se abre un período de consultas entre la empresa y los representantes de los trabajadores para negociar las condiciones del mismo. Durante este período, la empresa debe proporcionar toda la información necesaria sobre la situación económica y las medidas que se van a adoptar.

El ERTE por causas económicas permite a la empresa suspender los contratos de trabajo de manera temporal, lo que implica que los empleados dejen de trabajar durante un período determinado y que no tengan derecho a percibir su salario. Sin embargo, durante la duración del ERTE, los trabajadores tienen derecho a recibir una prestación por desempleo.

Una vez finalizado el período de suspensión, los empleados deben reincorporarse a sus puestos de trabajo, salvo que la empresa decida extinguir los contratos. En este caso, se aplican las indemnizaciones previstas por la legislación laboral.

En resumen, un ERTE por causas económicas es un mecanismo que permite a las empresas suspender temporalmente los contratos de trabajo de sus empleados debido a dificultades económicas. Este procedimiento debe seguirse respetando los trámites establecidos por la autoridad laboral y garantizando los derechos de los trabajadores afectados.

¿Cuánto se cobra en un ERTE por causas económicas?

En un ERTE por causas económicas, el trabajador percibe una prestación económica llamada prestación por desempleo. Esta prestación se calcula en base al salario que el trabajador estaba percibiendo antes de entrar en el ERTE. El importe de la prestación equivale al 70% de la base reguladora, que se calcula a través de la media de las bases de cotización de los últimos 180 días anteriores al ERTE.

Es importante tener en cuenta que existe un límite máximo y mínimo para la cuantía de la prestación. El límite máximo es de 1.411,83 euros mensuales, mientras que el mínimo es de 501,98 euros mensuales. En caso de que el resultado del cálculo sea inferior a 501,98 euros, la prestación se ajustará a este mínimo.

También es importante mencionar que durante el primer mes de ERTE, el trabajador recibirá el 70% de la base reguladora y a partir del segundo mes, el porcentaje se reduce al 50%. Esto significa que a medida que pasa el tiempo, la cuantía de la prestación disminuye.

Por último, hay que tener en cuenta que la prestación por desempleo derivada de un ERTE tiene una duración máxima de 6 meses. Sin embargo, debido a la situación excepcional causada por la pandemia de COVID-19, se han establecido medidas adicionales que permiten la ampliación de esta duración.

¿Cuánto tiempo puede durar un ERTE por causas productivas?

Un ERTE por causas productivas puede tener una duración máxima inicial de seis meses, aunque esta duración puede ser ampliada en determinadas circunstancias.

El ERTE es una medida temporal adoptada por las empresas con el objetivo de reducir o suspender temporalmente los contratos de trabajo de sus empleados debido a causas económicas, técnicas, organizativas o de producción.

En España, la duración máxima inicial de un ERTE por causas productivas es de seis meses. Sin embargo, debido a la crisis económica causada por la pandemia del COVID-19, el Gobierno ha establecido medidas excepcionales.

Las empresas que se encuentren en situación de fuerza mayor por causa del COVID-19 podrán solicitar la prórroga de los ERTE por causas productivas más allá de los seis meses iniciales, siempre que acrediten la persistencia de las dificultades que impiden la recuperación de la actividad empresarial.

En este caso, la duración de los ERTE podrá prorrogarse hasta que se superen dichas dificultades, siendo necesario realizar una evaluación trimestral de las mismas.

Además, los ERTE por causas productivas podrán extenderse hasta el 30 de septiembre de 2022, siempre que se cumplan determinados requisitos establecidos por el Gobierno.

Es importante destacar que la duración máxima de un ERTE por causas productivas dependerá de las circunstancias específicas de cada empresa y de la evolución de la situación económica y sanitaria.

En resumen, la duración de un ERTE por causas productivas puede ser inicialmente de seis meses, pero será ampliada en caso de fuerza mayor por causa del COVID-19 y la persistencia de las dificultades económicas.

¿Qué tipos de ERTE hay?

Un ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) es una medida que permite a las empresas suspender o reducir temporalmente sus contratos de trabajo debido a circunstancias excepcionales, como por ejemplo, una crisis económica o una situación de fuerza mayor.

Existen diferentes tipos de ERTE que se pueden aplicar dependiendo de las necesidades de la empresa y de la situación que se esté atravesando. A continuación, detallamos algunos de los más comunes:

El ERTE por fuerza mayor es aquel que se aplica cuando la empresa se ve obligada a suspender o reducir su actividad debido a causas imprevistas y ajenas a su voluntad. Por ejemplo, durante la crisis de la COVID-19 muchas empresas recurrieron a este tipo de ERTE para hacer frente a las restricciones impuestas por el gobierno.

Otro tipo de ERTE es el ERTE por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción. En este caso, la empresa tiene que acreditar que se encuentra en una situación económica complicada, que existen cambios en los procesos de producción o en la organización de la empresa que hacen necesario reducir o suspender los contratos de trabajo.

Además, también existe el ERTE por causas ETOP (Económicas, Técnicas, Organizativas o de Producción). En este caso, la diferencia con el ERTE por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción radica en que no es necesario acreditar una situación económica complicada, sino que se pueden demostrar otros motivos de peso que justifiquen la necesidad de la suspensión o reducción de contratos.

Finalmente, cabe mencionar el ERTE de rebrote, que se aplica cuando la empresa se ve obligada a suspender o reducir su actividad debido a un rebrote de una enfermedad infecciosa, como por ejemplo, la COVID-19. Este tipo de ERTE es similar al ERTE por fuerza mayor, pero está vinculado específicamente a una situación de rebrote.

En resumen, existen diferentes tipos de ERTE que se pueden aplicar en función de las circunstancias y necesidades de la empresa. Es importante tener en cuenta que para llevar a cabo cualquier tipo de ERTE, la empresa debe cumplir con los requisitos establecidos por la legislación laboral y contar con la autorización de la autoridad competente.

¿Qué condiciones tiene que cumplir la empresa para poder hacer un ERTE por causas económicas?

El Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) por causas económicas es una medida que permite a las empresas adaptarse a situaciones de crisis o dificultades económicas, reduciendo temporalmente la carga laboral y evitando despidos.

Para poder llevar a cabo un ERTE por causas económicas, la empresa debe cumplir una serie de condiciones:

  • Tener una situación económica negativa que afecte a su capacidad de mantener los puestos de trabajo.
  • Demostrar una disminución de ingresos o ventas durante al menos tres meses consecutivos.
  • Justificar que la disminución de ingresos o ventas es consecuencia de circunstancias económicas imprevisibles o de fuerza mayor, como una crisis económica, una caída del mercado o una pandemia.
  • Presentar un informe económico que demuestre la situación financiera de la empresa.
  • Realizar negociaciones con los representantes de los trabajadores para llegar a un acuerdo sobre las condiciones del ERTE.
  • Proporcionar una alternativa a los trabajadores afectados, como formación o recolocación en otros puestos dentro de la empresa.

Una vez cumplidas todas estas condiciones, la empresa puede solicitar un ERTE por causas económicas ante la autoridad laboral competente.

Es importante tener en cuenta que el ERTE por causas económicas es una medida temporal y no puede prolongarse indefinidamente. La empresa debe cumplir con las obligaciones establecidas en el acuerdo alcanzado con los representantes de los trabajadores y estar dispuesta a volver a la normalidad una vez superada la situación económica adversa.

En resumen, para poder hacer un ERTE por causas económicas, la empresa debe demostrar una situación económica negativa, justificarla y cumplir con una serie de requisitos, como la negociación con los representantes de los trabajadores y la búsqueda de alternativas para los empleados afectados.

¿Quieres encontrar trabajo?

¿Quieres encontrar trabajo?

// Verificar que se rellene el formulario del popup // Verificar que se rellene el formulario de la derecha