¿Cuántos tipos de prestaciones por desempleo existen?

¿Cuántos tipos de prestaciones por desempleo existen?

Las prestaciones por desempleo son una ayuda económica que se concede a los trabajadores que se encuentran en situación de paro involuntario y cumplen ciertos requisitos. Pero, ¿qué tipos de prestaciones por desempleo existen?

En España, existen tres tipos de prestaciones por desempleo: contributivas, subsidios de desempleo y renta activa de inserción. La prestación contributiva es la más común y se otorga a aquellas personas que han trabajado y cotizado a la Seguridad Social durante un periodo determinado y han perdido su puesto de trabajo de manera involuntaria. El importe de la prestación depende del salario base y de las cotizaciones a la Seguridad Social del trabajador durante los últimos seis meses previos al despido.

El subsidio de desempleo es una ayuda económica que se concede a aquellos trabajadores que han agotado su prestación contributiva y no cuentan con ingresos ni con un patrimonio que les permita mantenerse económicamente. El importe del subsidio de desempleo varía en función de distintos criterios como la edad, la situación familiar y el período de cotización.

La renta activa de inserción es una ayuda económica que se concede a aquellos trabajadores que han agotado el subsidio de desempleo y cumplen ciertos requisitos como estar en situación de desempleo, estar inscritos en la oficina de empleo, tener responsabilidades familiares y estar dispuestos a participar en acciones formativas o de mejora de la empleabilidad.

En resumen, existen tres tipos de prestaciones por desempleo en España: la prestación contributiva, el subsidio de desempleo y la renta activa de inserción. Cada una de ellas tiene sus propios requisitos y condiciones para poder acceder a ellas, por lo que es importante informarse bien y solicitar la ayuda correspondiente si se cumplen los requisitos necesarios. El objetivo de estas prestaciones es garantizar a los trabajadores una ayuda económica mientras buscan un nuevo empleo y se reintegran al mercado laboral.

¿Qué tipos de prestaciones por desempleo existen?

En España, existen varios tipos de prestaciones por desempleo. La prestación contributiva es la más común y se otorga a aquellas personas que han trabajado al menos un año y han perdido su empleo de forma involuntaria. Esta prestación tiene una duración máxima de 24 meses y su cuantía dependerá del salario base del trabajador.

Otro tipo de prestación es la llamada subsistencia o ayuda familiar, que se destina a trabajadores que han perdido su empleo y cuentan con familiares a cargo. Esta ayuda tiene una duración máxima de 6 meses y su cuantía es menor que la prestación contributiva.

Por otro lado, también se encuentra la prestación por desempleo asistencial, destinada a aquellas personas que han agotado todas las prestaciones anteriores y no cuentan con recursos económicos suficientes para subsistir. Esta ayuda se extiende a un máximo de 11 meses.

Es importante destacar que el acceso a estas prestaciones dependerá de cumplir una serie de requisitos, como haber trabajado previamente y estar en situación de desempleo involuntario. Además, el trabajador deberá estar inscrito como demandante de empleo y cumplir con las obligaciones establecidas por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).

En resumen, existen varios tipos de prestaciones por desempleo en España, cada una con sus requisitos y cuantías específicas. Es importante que los trabajadores estén informados sobre estos aspectos para poder acceder a estas ayudas en caso de necesitarlas.

¿Qué prestaciones puedo solicitar?

Existen diferentes prestaciones a las que puedes acceder según tu situación laboral y personal. A continuación, te detallamos algunas de las más importantes:

  • Prestación por desempleo: Si has perdido tu trabajo y has cotizado suficiente tiempo, puedes solicitar esta ayuda económica para cubrir tus necesidades básicas durante un determinado periodo de tiempo.
  • Prestación por incapacidad temporal: Si te encuentras en una situación de enfermedad o accidente que te impide trabajar, puedes solicitar esta prestación para recibir una ayuda económica hasta que te recuperes.
  • Prestación por maternidad o paternidad: Las personas que han sido madres o padres recientemente pueden solicitar esta ayuda que les permite disponer de tiempo para cuidar de sus hijos y recibir un subsidio económico.
  • Prestación por riesgo durante el embarazo: Si te encuentras en estado de gestación y trabajas en un puesto que puede ser perjudicial para tu salud o la del feto, puedes solicitar una prestación para no tener que trabajar en tales condiciones.
  • Prestaciones por jubilación: Cuando llegas a una cierta edad y finalizas tu carrera laboral, puedes solicitar una serie de prestaciones que te permiten mantener tu calidad de vida y afrontar los gastos corrientes.

Como puedes ver, existen diversas prestaciones que pueden ayudarte en diferentes momentos de tu vida. Consulta qué opciones están disponibles para ti y solicita las prestaciones que más se ajusten a tus necesidades.

¿Cuál es la diferencia entre prestacion contributiva y subsidio por desempleo?

La prestación contributiva y el subsidio por desempleo son dos términos que se utilizan a menudo de forma indistinta, pero realmente existen diferencias importantes entre ellos.

La prestación contributiva es un derecho que tienen los trabajadores que han cotizado durante un determinado tiempo a la Seguridad Social y que han perdido su empleo de forma involuntaria, es decir, que el trabajador ha cumplido con los requisitos necesarios para solicitarla. Uno de los requisitos básicos para solicitar la prestación contributiva es contar con un mínimo de 360 días cotizados en los dos últimos años. Además, la cantidad que recibirá el trabajador dependerá del tiempo que haya cotizado, la base reguladora del último mes y las cargas familiares.

Por otro lado, el subsidio por desempleo es una ayuda económica que reciben los trabajadores que han perdido su trabajo pero que no cumplen con todos los requisitos necesarios para recibir la prestación contributiva. Un ejemplo de ello es no haber cotizado el tiempo suficiente para recibir la prestación contributiva o haber trabajado de forma temporal.

La cantidad que se recibe en el subsidio por desempleo es inferior a la prestación contributiva, y el tiempo de duración también es menor. Además, para poder solicitar el subsidio por desempleo, es necesario cumplir con una serie de requisitos, como estar inscrito como demandante de empleo, no tener ingresos superiores al 75% del salario mínimo interprofesional y, en algunos casos, haber agotado la prestación contributiva anteriormente.

En conclusión, la principal diferencia entre la prestación contributiva y el subsidio por desempleo es que la primera es una ayuda económica que reciben los trabajadores que han cotizado durante un determinado tiempo y que cumplen con una serie de requisitos, mientras que el segundo es una ayuda para aquellos trabajadores que no cumplen con todos los requisitos necesarios para recibir la prestación contributiva. Por ello, es importante conocer los requisitos necesarios para poder solicitar cada una de estas ayudas y así poder elegir la que mejor se adapte a nuestra situación laboral.

¿Quién tiene derecho a la ayuda de 426 euros?

La ayuda de 426 euros es una prestación que se otorga a aquellas personas que han agotado todas las demás ayudas y no tienen trabajo. Esta ayuda está dirigida a aquellas personas que se encuentran en una situación de vulnerabilidad económica y no tienen ingresos suficientes para subsistir.

Para poder acceder a la ayuda de 426 euros, es necesario cumplir ciertos requisitos. En primer lugar, es necesario estar desempleado y no recibir ninguna otra prestación económica. Además, se debe haber agotado el paro, tanto la prestación contributiva como el subsidio, y no tener derecho a ninguna otra ayuda procedente del Estado.

Otro requisito para solicitar esta ayuda es estar inscrito como demandante de empleo en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). También es necesario haber trabajado al menos 6 meses en los últimos 12 meses antes de solicitar la ayuda.

Es importante destacar que solo se puede recibir esta ayuda durante un máximo de 18 meses, y que al agotarse este plazo no se puede volver a solicitar. Además, esta ayuda no es compatible con la realización de trabajos por cuenta propia o ajena, aunque se permiten ciertas excepciones en el caso de realizar prácticas no laborales en empresas.

En resumen, para poder acceder a la ayuda de 426 euros es necesario cumplir una serie de requisitos, como estar desempleado, haber agotado todas las prestaciones, estar inscrito como demandante de empleo en el SEPE, haber trabajado al menos 6 meses en los últimos 12 meses y no realizar ningún trabajo. Esta ayuda está dirigida a personas en situación de vulnerabilidad económica que no tienen ingresos suficientes para subsistir y solo puede ser recibida durante un máximo de 18 meses.

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