¿Cuándo se crearon los Ertes en España?

¿Cuándo se crearon los Ertes en España?

Los Ertes, siglas de Expedientes de Regulación Temporal de Empleo, son medidas laborales que permiten a empresas y trabajadores ajustar temporalmente su actividad y sueldos en momentos de bajada en la demanda de servicios o productos. La creación de los Ertes en España no fue reciente, su origen se remonta a la crisis económica ocurrida en el año 2009.

Fue entonces cuando el gobierno de Zapatero introdujo el Real Decreto-ley 3/2009, que permitía a las empresas suspender los contratos de trabajo o reducir la jornada laboral de los empleados en momentos de crisis económica. Esto se hizo para evitar el despido masivo de trabajadores que generaría aún más problemas económicos y sociales.

Pero la crisis que generó la pandemia del covid-19 en el año 2020 puso a prueba de nuevo los Ertes, y por ello el gobierno de Pedro Sánchez se vio obligado a desarrollar nuevas medidas para ayudar a empresas y trabajadores a hacer frente a las consecuencias económicas de esta situación. Así, se aplazó el pago de impuestos a las pymes y se amplió la duración de los Ertes aplicados durante el estado de alarma.

En resumen, los Ertes son una herramienta eficaz para paliar las consecuencias de un conjunto de circunstancias económicas imprevisibles, como crisis o desastres naturales. Desde su creación, estas medidas han sido ampliadas y mejoradas para adaptarse a las necesidades de nuestro país en los diferentes momentos de crisis que se han experimentado.

¿Cuándo se aprobo la ley de los Ertes?

La ley de los ERTEs se aprobó en España el 18 de marzo de 2020 como respuesta al impacto económico del COVID-19 en el país. Esta ley tiene como objetivo proteger a los trabajadores y empresas ante la crisis sanitaria.

Cabe destacar que el ERTE es un Expediente de Regulación Temporal de Empleo, que permite a las empresas suspender los contratos de trabajo o reducir las horas laborales de sus empleados de forma temporal. De este modo, se evita que se produzcan despidos durante la crisis sanitaria.

La aprobación de esta ley fue una medida urgente y necesaria para proteger a los trabajadores y empresas afectados por la pandemia en España. Desde entonces, la ley se ha ido modificando y ampliando para adaptarse a la evolución de la situación.

Es importante mencionar que los ERTEs generaron muchas dudas y preocupación en los trabajadores, ya que algunos temían perder sus empleos o sus derechos laborales. No obstante, la ley de los ERTEs ha sido una herramienta fundamental para proteger el empleo y la economía de nuestro país durante una de las crisis más graves de nuestra historia reciente.

¿Cuándo se creó la figura del ERTE?

La figura del ERTE fue creada en España en 2012 como respuesta a la crisis económica que afectó al país. En ese momento, muchas empresas se encontraban en situación de dificultad financiera y necesitaban una medida que les permitiera realizar ajustes en su plantilla sin tener que recurrir a despidos masivos.

El ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) es un mecanismo que permite a las empresas suspender temporalmente los contratos de trabajo de sus empleados o reducir su jornada laboral, con el objetivo de hacer frente a situaciones económicas difíciles. En este sentido, el ERTE se ha convertido en una herramienta muy útil para proteger el empleo y evitar despidos masivos, tanto en tiempos de crisis como en momentos de menor dificultad económica.

Desde su creación en 2012, la figura del ERTE ha ido evolucionando y adaptándose a las necesidades de las empresas y de los trabajadores. En este sentido, se han establecido diferentes tipos de ERTE según la situación económica de las empresas y las circunstancias de los trabajadores afectados.

En definitiva, podemos decir que la figura del ERTE se ha convertido en una herramienta fundamental para proteger el empleo y garantizar la estabilidad laboral en momentos de dificultad económica. Su creación en 2012 ha sido una iniciativa muy acertada por parte del gobierno de España que ha permitido a muchas empresas superar situaciones difíciles sin tener que recurrir a medidas drásticas como los despidos masivos.

¿Quién pagaba el ERTE?

Uno de los temas más importantes durante la pandemia del COVID-19 en España fue el ERTE, un mecanismo legal que permitió a muchas empresas suspender temporalmente los contratos de sus trabajadores para hacer frente a la crisis económica resultante de la pandemia. Pero, ¿quién pagaba el ERTE?

Pues bien, como sabemos, el ERTE fue financiado principalmente por el Estado a través del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).

En otras palabras, el dinero para el pago del salario de los trabajadores que se encontraban bajo el ERTE provenía del presupuesto público y no de la empresa.

Es importante destacar que el ERTE se diseñó para responder a una situación excepcional, es decir, una emergencia sanitaria que obligó al cierre temporal de muchas actividades comerciales y productivas. Por tanto, se consideró que las empresas no podían cargar con los costes de mantener a sus trabajadores en una situación en la que no había ninguna actividad económica que les permitiera generar ingresos.

En conclusión, aunque las empresas solicitaron el ERTE para sus empleados, el pago de los salarios fue responsabilidad del Estado, mediante el SEPE, quien desembolsó el dinero necesario para que los trabajadores pudieran tener una fuente de ingresos durante la pandemia.

¿Qué diferencia hay entre un ERTE y un ERE?

Un ERTE y un ERE son dos procedimientos de regulación de empleo que se utilizan en España en situaciones de crisis, pero se diferencian en su alcance e impacto.

Un ERTE o Expediente de Regulación Temporal de Empleo es una medida para suspender temporalmente los contratos de trabajo de los empleados.

Es decir, se trata de una reducción temporal de la jornada laboral o de la suspensión temporal del contrato que puede afectar a toda la plantilla o a una parte de la misma.

Por otro lado, un ERE o Expediente de Regulación de Empleo es una medida más radical que puede implicar la extinción de los contratos de trabajo.

Es decir, se trata de una medida de carácter permanente (a diferencia del ERTE) que puede afectar a una parte o al total de la plantilla.

El objetivo del ERE es reestructurar la empresa para adaptarla a una situación de crisis, mientras que el ERTE busca minimizar el impacto de la crisis sobre los trabajadores y mantener el empleo a largo plazo.

En resumen, mientras que el ERTE es una medida temporal para reducir costes laborales en situaciones de crisis, el ERE supone una decisión más drástica y permanente que afecta directamente a los trabajadores.

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