¿Qué pasa con los trabajadores si la empresa entra en concurso de acreedores?

¿Qué pasa con los trabajadores si la empresa entra en concurso de acreedores?

Cuando una empresa entra en concurso de acreedores, todos los trabajadores de la misma pasan a depender del administrador concursal. Esto significa que desde el momento en que se declara el concurso, la relación laboral de los trabajadores queda suspensa. No obstante, aunque la relación laboral cese, los derechos de los trabajadores no se ven afectados, y siguen percibiendo su salario. Los trabajadores sólo pierden el derecho a percibir prestaciones sociales como, por ejemplo, los subsidios por desempleo o las prestaciones por enfermedad. Sin embargo, si la empresa declara un concurso de acreedores voluntario, los trabajadores sí pueden seguir percibiendo sus prestaciones sociales.

Por otro lado, si la empresa tiene que ceder sus activos, los trabajadores pueden ser despedidos. En este caso, los trabajadores pueden optar por aceptar el despido y cobrar la indemnización correspondiente, o bien reclamar el despido ante los tribunales. Si el despido es declarado improcedente, el trabajador puede optar por volver a la empresa o cobrar la indemnización correspondiente.

En cualquier caso, si la empresa entra en concurso de acreedores, es muy importante que los trabajadores se informen bien de sus derechos y obligaciones. Si tienen dudas, lo mejor es que consulten a un abogado o a un sindicato.

¿Cómo afecta a los trabajadores un concurso de acreedores?

Un concurso de acreedores es un proceso legal por el cual una persona o entidad pública se declara en bancarrota. En este proceso, se ordena la liquidación de los bienes de la persona o entidad y se distribuyen entre sus acreedores. Si bien el objetivo de un concurso de acreedores es proteger a los acreedores, también protege a los trabajadores de la persona o entidad en bancarrota, ya que se les garantiza el pago de sus salarios y prestaciones sociales.

Sin embargo, un concurso de acreedores puede afectar negativamente a los trabajadores, ya que puede llevar a la cierre de la empresa o al despido de los trabajadores. En algunos casos, los trabajadores pueden perder sus puestos de trabajo y tener que buscar un nuevo empleo. Además, en algunos casos, los trabajadores pueden ver reducidos sus salarios o beneficios sociales, como los seguros médicos.

Por lo tanto, es importante que los trabajadores se informen sobre el concurso de acreedores y entiendan cómo puede afectar sus derechos y beneficios. Si usted es un trabajador y tiene dudas sobre el concurso de acreedores, consulte con un abogado o representante sindical.

¿Quién es el primero en cobrar en un concurso de acreedores?

En un proceso de concurso de acreedores, seguido por la declaración de quiebra de una empresa, las deudas de la empresa se pagan en función de su clasificación. Esto significa que, en la mayoría de los casos, los acreedores con privilegios especiales serán los primeros en cobrar, seguidos por los acreedores ordinarios.

Los acreedores especiales son aquellos a los que se les ha otorgado un privilegio especial por ley o por un contrato. En la mayoría de los casos, se trata de deudas relacionadas con el pago de impuestos, salarios o beneficios de seguridad social. En algunos casos, los acreedores especiales también pueden incluir a los acreedores financieros, como los bancos.

Los acreedores ordinarios son aquellos que no tienen ningún privilegio especial. Esto incluye a la mayoría de los acreedores, como los proveedores, los prestamistas y los inversores. En la mayoría de los casos, los acreedores ordinarios cobrarán después de que se hayan pagado a los acreedores especiales.

En algunos casos, los acreedores especiales y ordinarios pueden estar clasificados juntos como acreedores secured o unsecured. Esto significa que sus deudas están respaldadas por un activo, como una garantía o un hipoteca. En la mayoría de los casos, los acreedores secured cobrarán antes que los unsecured.

En resumen, en un proceso de quiebra, los acreedores especiales son los primeros en cobrar, seguidos por los acreedores ordinarios. Sin embargo, en algunos casos, los acreedores secured pueden cobrar antes que los unsecured.

¿Qué indemnizacion me corresponde por cierre de la empresa?

Si te has visto afectado por el cierre de una empresa, es importante que sepas cuáles son tus derechos. En primer lugar, debes tener en cuenta que la indemnización que te corresponde va a depender de si eres trabajador fijo o temporal.

En el caso de los trabajadores fijos, la indemnización será de 20 días de salario por año trabajado, con un máximo de 12 mensualidades. Si, por el contrario, eres un trabajador temporal, la indemnización será de 33 días de salario, siempre y cuando la relación laboral haya durado más de un año.

En ambos casos, además de la indemnización, tienes derecho a cobrar el salario pendiente de los últimos meses, así como a cobrar el subsidio por desempleo si cumples los requisitos.

Si tienes dudas sobre cuál es la indemnización que te corresponde, puedes acudir a un abogado especializado en derecho laboral. Él o ella podrán asesorarte y ayudarte a cobrar lo que te corresponde por ley.

¿Qué pasa después de un concurso de acreedores?

Un concurso de acreedores es un procedimiento legal español mediante el cual una persona insolvente puede recuperarse del pasivo pendiente de pago, renegociar sus deudas con los acreedores y continuar con su actividad económica. Esta figura está regulada en el Real Decreto Legislativo 7/1996, de 12 de enero, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley Concursal.

El procedimiento de concurso de acreedores tiene una duración máxima de cinco años. En el primer año, el juez designa al administrador concursal y se abre el periodo de exclusión de créditos. Durante este periodo, los acreedores no pueden ejecutar las deudas del deudor. El administrador concursal debe elaborar un informe pericial que determinará la situación económica real del deudor y la capacidad de pago de sus deudas. Sobre la base de este informe, el juez dictará un decreto de admisión del concurso o de declaración de quiebra.

Si el concurso es admitido, el administrador concursal elaborará un plan de liquidación o plan de pagos en el que se establecerán las condiciones y plazos en los que el deudor deberá pagar sus deudas. El plan de pagos debe ser aprobado por el juez y por la mayoría de los acreedores. Una vez aprobado el plan de pagos, el deudor deberá cumplirlo para poder salir del concurso y recuperar su capacidad de crédito.

Si el concurso es declarado en quiebra, el administrador concursal realizará la liquidación de los bienes del deudor y repartirá el importe entre los acreedores en función de la preferencia de créditos. Los créditos con preferencia son aquellos que tienen un derecho especial a recibir el pago antes que los demás, como los créditos laborales o los créditos tributarios. Los créditos sin preferencia son aquellos que se reparten en función de la capacidad de pago del deudor, como los créditos bancarios.

Una vez que se haya realizado la liquidación de los bienes del deudor y se hayan pagado los créditos con preferencia, el deudor quedará exento de todas sus deudas y podrá recuperar su capacidad de crédito. Si queda dinero del importe de los bienes liquidados, se repartirá entre los acreedores en función de la preferencia de créditos.

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