¿Qué es cese voluntario?

¿Qué es cese voluntario?

En contabilidad, el cese voluntario es una forma de liquidación de los activos y pasivos de una entidad, en la que se produce una reducción significativa en el valor de los activos, y una cancelación o reducción de los pasivos. Se produce cuando la entidad decide finalizar su actividad y disolver su empresa. El cese voluntario puede ser una opción para las empresas que encontrándose en dificultades económicas o financieras importantes, no logran superarlas y deciden cerrar la empresa.

La contabilización del cese voluntario debe hacerse de acuerdo con las normas contables vigentes en cada momento. En la contabilidad financiera, el cese voluntario supone un aumento en el patrimonio neto de la entidad, ya que se reducen los activos y pasivos. En la contabilidad de gestión, el cese voluntario supone un decremento del patrimonio neto, ya que se cancela la actividad y se liquidan los activos y pasivos.

El cese voluntario de una entidad implica un proceso que debe seguirse de forma ordenada y metódica. En primer lugar, se debe notificar la decisión de cese voluntario a todos los trabajadores y a las autoridades competentes. A continuación, se redacta un acta notarial en la que se detalla el cese voluntario y se nombra a un liquidador. Seguidamente, se redacta un balance de situación en el que se detallan todos los activos y pasivos de la entidad. A continuación, se inicia el proceso de liquidación de los activos y pasivos, y se redacta un informe final en el que se detalla todo el proceso seguido.

¿Cómo funciona baja voluntaria?

La baja voluntaria es una modalidad de baja que se produce cuando el trabajador es el que solicita la extinción de su relación laboral. Podemos encontrar dos tipos de baja voluntaria:

  • La baja voluntaria normal, que se produce cuando el trabajador solicita la extinción de su relación laboral al empresario y éste acepta.
  • La baja voluntaria por despido improcedente, que se produce cuando el trabajador, ante un despido improcedente, opta por la extinción de la relación laboral y el abono de las indemnizaciones que legalmente le correspondan.

Para que se pueda producir una baja voluntaria normal, el trabajador debe comunicar por escrito su decisión de extinguir la relación laboral. No obstante, el empresario puede oponerse a esta decisión del trabajador en los casos en que la extinción de la relación laboral perjudique el funcionamiento de la empresa, afecte al resto de trabajadores o contravenga una norma imperativa.

En cuanto a la baja voluntaria por despido improcedente, ésta se produce cuando el trabajador opta por la extinción de la relación laboral y el abono de las indemnizaciones que legalmente le correspondan, en lugar de optar por la readmisión en su puesto de trabajo o por la indemnización por despido improcedente. Para poder optar por esta modalidad de baja, el trabajador debe comunicar su decisión de forma expresa en el acto de conciliación ante el servicio de mediación, arbitraje y conciliación correspondiente.

En ambos casos, es importante tener en cuenta que, una vez que se produce la baja voluntaria, el trabajador pierde todos los derechos derivados de la relación laboral, tales como el derecho a la indemnización por antigüedad, el derecho a la prestación por desempleo o el derecho a percibir las vacaciones no disfrutadas.

¿Qué derechos tiene un trabajador si pide la baja voluntaria?

Aunque parezca que un trabajador que pide la baja voluntaria renuncia a sus derechos, no es así. En realidad, el empleado sigue disfrutando de los mismos derechos que tenía antes de solicitar la baja, como ser el derecho a cobrar la indemnización por despido improcedente. No obstante, existen algunos derechos que se pierden una vez que se pide la baja voluntaria, como el derecho a cobrar el subsidio por desempleo. Otro derecho que se pierde es el derecho a cobrar la indemnización por antigüedad, ya que esta se calcula en función de los años de servicio. No obstante, existen otros beneficios que el trabajador puede seguir disfrutando, como el derecho a la pensión de jubilación o el derecho a la protección por desempleo.

¿Cómo comunicar cese voluntario?

Aunque dejar un trabajo siempre es una decisión difícil, en algunos casos, es la mejor opción para tu carrera o para tu bienestar personal. Si has tomado la decisión de renunciar a tu trabajo, lo primero que debes hacer es comunicárselo a tu empleador. Esto puede ser difícil, pero es importante hacerlo de la manera correcta.

Hay una serie de pasos que debes seguir para comunicar de manera efectiva tu decisión de renunciar, y para hacerlo de la manera correcta:

Paso 1:

Escribe una carta de renuncia. Aunque puedes comunicar tu decisión de manera verbal, es importante que entregues a tu empleador una carta de renuncia formal. Esto te ayudará a dejar el trabajo de la manera correcta, y te asegurará que no haya malentendidos. Además, te dará un registro formal de tu decisión de renunciar.

Paso 2:

Comunica tu decisión de renunciar de manera profesional. Aunque puedes estar enojado o frustrado con tu empleador, es importante que seas profesional y cordial al comunicar tu decisión. No critiques a tu empleador o a tu trabajo, y evita hablar de tus razones para renunciar. En su lugar, mantén un tono positivo y agradecido.

Paso 3:

Explica cuándo te irás. Al comunicar tu decisión de renunciar, debes indicar cuándo será tu último día de trabajo. En la mayoría de los casos, se espera que la persona renuncie inmediatamente, pero en algunos casos, puedes pedir un tiempo de transición para ayudar a tu empleador a encontrar un reemplazo. Si pides un tiempo de transición, asegúrate de que sea razonable y de que no afecte negativamente a tu empleador.

Paso 4:

Ofrécete a ayudar. Aunque puedas estar listo para irte, es importante ofrecerte a ayudar durante el proceso de transición. Si puedes, ofrécete a entrenar a tu reemplazo, o a ayudar de alguna otra manera. Esto te ayudará a dejar el trabajo de la manera correcta y te dará una buena imagen ante tu empleador.

Paso 5:

Entrega tu carta de renuncia. Una vez que hayas comunicado tu decisión de renunciar de manera profesional, debes entregar tu carta de renuncia a tu empleador. Asegúrate de que la carta esté firmada y fechada, y que incluya tu nombre, tu puesto de trabajo y la fecha de tu último día de trabajo.

Seguir estos pasos te ayudará a comunicar tu decisión de renunciar de la manera correcta, y te asegurará que dejes el trabajo de la manera correcta. Recuerda, renunciar no siempre es fácil, pero si sigues estos pasos, puedes hacerlo de la manera correcta.

¿Cuándo presentar baja voluntaria?

La baja voluntaria de un trabajador consiste en la rescisión del contrato de trabajo por iniciativa propia del trabajador. En este caso, es el trabajador el que solicita la baja, y no el empresario. La baja voluntaria puede darse en cualquier momento, siempre y cuando el trabajador cumpla con el periodo de preaviso establecido.

El periodo de preaviso es el tiempo que el trabajador debe estar avisado al empresario de su intención de dar por finalizado el contrato de trabajo. Este periodo de preaviso está establecido en el artículo 48 del Estatuto de los Trabajadores, que establece que el periodo de preaviso será de 15 días si el contrato tiene una duración superior a un mes.

No obstante, el periodo de preaviso puede ser mayor o menor en función de lo que se establezca en el contrato de trabajo. De hecho, en algunos casos el periodo de preaviso puede ser de un mes. Lo más habitual, sin embargo, es que el periodo de preaviso sea de 15 días.

Una vez que el trabajador ha comunicado al empresario su intención de dar por finalizado el contrato de trabajo, este tiene 15 días hábiles para aceptar o rechazar la baja voluntaria. Si el empresario acepta la baja voluntaria, el contrato de trabajo se rescinda de forma efectiva una vez que se ha agotado el periodo de preaviso.

Si el empresario rechaza la baja voluntaria, el trabajador puede dar por finalizado el contrato de trabajo de forma efectiva de acuerdo con lo establecido en el artículo 49 del Estatuto de los Trabajadores. En este caso, el trabajador deberá abonar al empresario una indemnización por daños y perjuicios de 20 días de salario por año de servicio, con un máximo de 12 mensualidades. Esta indemnización se conoce como indemnización por despido improcedente.

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