¿Cuánto se tarda en hacer un ERE?

¿Cuánto se tarda en hacer un ERE?

Un ERE (Expediente de Regulación de Empleo) es un procedimiento que se lleva a cabo en España cuando una empresa necesita hacer despidos masivos o reducir su plantilla de forma importante.

El proceso de realizar un ERE puede ser largo y complejo, ya que implica negociaciones con los representantes de los trabajadores y la intervención de la autoridad laboral competente. Además, hay que seguir un procedimiento legal establecido para garantizar los derechos de los empleados afectados.

En primer lugar, la empresa debe presentar una propuesta de ERE a los representantes de los trabajadores. Estos representantes tienen un plazo de 15 días para estudiar la propuesta y presentar sus alegaciones. Durante este periodo, se deben llevar a cabo reuniones para negociar y buscar soluciones alternativas al despido.

Una vez finalizado el periodo de negociación, en caso de haber llegado a un acuerdo con los representantes de los trabajadores, se debe presentar la solicitud de ERE ante la autoridad laboral correspondiente. Esta autoridad laboral tiene un plazo de 15 días para aprobar o denegar la solicitud.

Si la autoridad laboral aprueba la solicitud, se deberá notificar individualmente a cada trabajador afectado por el ERE. Estos trabajadores tienen derecho a recibir una indemnización por despido y, en algunos casos, pueden beneficiarse de medidas de acompañamiento social, como formación o recolocación en otro empleo.

Una vez notificados los despidos, la empresa debe esperar un periodo de tiempo antes de proceder a su ejecución. Este periodo de espera varía dependiendo del número de despidos realizados y de las características del ERE. Durante este tiempo, los trabajadores pueden impugnar los despidos si consideran que han sido injustos o si no se ha seguido correctamente el procedimiento.

En resumen, el proceso de hacer un ERE puede llevar varios meses, desde la presentación de la propuesta hasta la ejecución de los despidos. Es importante seguir la normativa laboral y llevar a cabo un proceso de negociación justo y transparente para garantizar los derechos de los trabajadores afectados.

¿Cuánto tiempo tarda en hacerse efectivo un ERE?

Un ERE, o Expediente de Regulación de Empleo, es un procedimiento legal por el cual una empresa puede realizar despidos o modificaciones sustanciales en las condiciones de trabajo de sus empleados por motivos económicos, técnicos, organizativos o de producción.

La duración de un ERE puede variar dependiendo de muchos factores, como el número de trabajadores afectados, la complejidad del procedimiento, la negociación con los representantes de los trabajadores y los plazos legales establecidos.

En general, el proceso de un ERE puede llevar varios meses desde que se inicia hasta que se hace efectivo. Primero, la empresa debe comunicar su intención de iniciar un ERE a los representantes de los trabajadores y abrir un periodo de consultas para negociar las condiciones del mismo.

Durante este periodo de consultas, las partes implicadas intentarán llegar a un acuerdo sobre las condiciones del ERE, como la indemnización a los trabajadores afectados, las medidas de acompañamiento o las posibles alternativas al despido. Esto puede llevar varias reuniones y negociaciones.

Si no se llega a un acuerdo durante el periodo de consultas, la empresa puede presentar la documentación necesaria ante la autoridad laboral correspondiente para que esta emita una resolución sobre el ERE. El plazo para que la autoridad laboral emita su resolución puede variar, pero suele ser de unos dos meses.

Una vez que la autoridad laboral emite su resolución, la empresa puede proceder a hacer efectivo el ERE, notificando a los trabajadores afectados y realizando los despidos o modificaciones contractuales correspondientes. Este proceso puede llevar unos días o semanas, dependiendo del número de empleados afectados.

Es importante tener en cuenta que estos plazos son aproximados y pueden variar en cada caso concreto. Además, existen medidas legales que pueden retrasar o suspender el proceso de un ERE, como la impugnación del mismo ante los tribunales o la intervención de la autoridad laboral para mediar en la negociación.

¿Cómo es el proceso de un ERE?

Un ERE es un procedimiento que se lleva a cabo en las empresas cuando estas necesitan ajustar su plantilla debido a distintas circunstancias, como pueden ser la reestructuración o la falta de viabilidad económica. El objetivo principal de un ERE es la reducción de la plantilla, lo que implica la extinción de contratos de trabajo de los empleados afectados.

El proceso de un ERE comienza con la comunicación de la empresa a los representantes de los trabajadores sobre la situación que motiva la necesidad de llevar a cabo dicho procedimiento. Esto se debe hacer mediante una comunicación oficial que debe contener toda la información relevante, como los motivos, el número de afectados, la forma en la que se llevará a cabo el proceso, entre otros.

Tras la comunicación, se inicia una negociación entre la empresa y los representantes de los trabajadores, con el fin de llegar a un acuerdo que sea beneficioso para ambas partes. Durante esta negociación, se discuten y se proponen distintas medidas, como las indemnizaciones por despido, las recolocaciones internas o las prejubilaciones.

Una vez finalizada la negociación y en el caso de que no se haya llegado a un acuerdo, la empresa puede llevar a cabo el despido colectivo. Sin embargo, para ello, debe realizar un trámite previo conocido como periodo de consultas, donde se informa a los representantes de los trabajadores sobre las condiciones del despido y se intenta llegar a un acuerdo antes de proceder con los despidos.

Una vez finalizado el periodo de consultas, la empresa puede proceder a notificar los despidos a los trabajadores afectados. Estos despidos deben realizarse de acuerdo a la legislación laboral vigente y deben cumplir con todos los requisitos legales establecidos para garantizar los derechos de los trabajadores despedidos.

En resumen, el proceso de un ERE implica una comunicación oficial, una negociación con los representantes de los trabajadores, un periodo de consultas y, en caso de no llegar a un acuerdo, la notificación de los despidos. Es un proceso complejo y delicado que debe seguirse con meticulosidad para asegurar el cumplimiento de la normativa laboral y garantizar los derechos de los trabajadores afectados.

¿Quién se va primero en un ERE?

En España, cuando se produce un ERE (Expediente de Regulación de Empleo), una de las preguntas más recurrentes es quién se va primero.

Es importante destacar que las decisiones sobre qué empleados despedir primero en un ERE son tomadas por la empresa de manera unilateral, dentro de los límites establecidos por la legislación laboral. No obstante, existen criterios legales y técnicos que pueden influir en la toma de decisiones.

En primer lugar, la empresa debe evaluar la antigüedad de los empleados y establecer criterios de selección objetivos. Generalmente, se suele comenzar despidiendo a aquellos trabajadores con menor antigüedad en la empresa. Esto se debe a que, según la legislación laboral española, son los empleados más recientes quienes tienen menos derechos y protección frente a un despido.

Además de la antigüedad, también se tendrán en cuenta otros factores, como la capacidad de adaptación y la formación del trabajador. Las empresas suelen valorar positivamente a aquellos empleados que puedan aportar un mayor valor añadido a la compañía o que puedan desempeñar diferentes funciones dentro de la organización.

Otro criterio que puede influir en la toma de decisiones es el rendimiento laboral de los empleados. Aquellos trabajadores con un bajo desempeño o que no cumplan con los objetivos establecidos podrían tener una mayor probabilidad de ser despedidos en primer lugar.

En cualquier caso, es importante destacar que la empresa debe seguir los procedimientos establecidos en la legislación laboral, respetando los derechos de los trabajadores y asegurando la transparencia en la toma de decisiones.

En resumen, en un ERE en España, la empresa tiene la potestad de decidir qué empleados despedir primero, teniendo en cuenta criterios como la antigüedad, la capacidad de adaptación, la formación y el rendimiento laboral de los trabajadores.

¿Cuánto te pagan por un ERE?

El ERE o Expediente de Regulación de Empleo es un procedimiento legal en el que una empresa puede acometer un despido colectivo, con el objetivo de reducir su plantilla y mejorar su situación económica.

En España, el trabajador tiene derecho a recibir una indemnización en caso de ser afectado por un ERE. La cuantía de esta indemnización depende de varios factores, como la antigüedad del trabajador en la empresa y el salario que percibía.

La legislación laboral establece que la indemnización mínima por despido improcedente en un ERE es de 33 días de salario por año trabajado, con un máximo de 24 mensualidades. Sin embargo, en algunos casos se pueden establecer indemnizaciones superiores a través de negociaciones entre la empresa y los representantes de los trabajadores.

En los casos de despidos objetivos, la indemnización es de 20 días de salario por año trabajado, con un máximo de 12 mensualidades. Además, se debe tener en cuenta que existen ciertos límites legales en cuanto a la cuantía de la indemnización, para evitar situaciones abusivas.

Además de la indemnización, los afectados por un ERE pueden tener derecho a otras prestaciones, como el subsidio por desempleo. Esta prestación económica se concede a los trabajadores despedidos que cumplan los requisitos establecidos por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).

En resumen, el importe que se recibe por un ERE depende de diversos factores, pero en general se calcula en base a la antigüedad y el salario del trabajador. Es importante que los trabajadores afectados por un ERE conozcan sus derechos y se informen correctamente para garantizar que reciben la compensación económica adecuada.

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