¿Cuándo se admite un recurso de casación?

¿Cuándo se admite un recurso de casación?

En España, el recurso de casación es un recurso extraordinario que se interpone ante el Tribunal Supremo contra sentencias dictadas por órganos judiciales inferiores. El recurso de casación procede contra las sentencias dictadas en última instancia por los tribunales superiores de justicia, en aquellos supuestos en los que la ley lo prevea expresamente. No procede contra las sentencias de los juzgados de instancia, ni contra las de los juzgados de lo contencioso-administrativo, ni contra las dictadas en virtud de la jurisdicción voluntaria.

Para que el recurso de casación sea admitido a tramitación, es preciso que concurran uno de los motivos de recurso previstos en la ley. En concreto, la ley establece tres motivos de recurso de casación: infracción de ley, violación de derechos fundamentales y vulneración del derecho al debido proceso.

En el primer caso, el recurrente alega que la sentencia impugnada se basa en una interpretación errónea de la ley. En el segundo caso, el recurrente alega que la sentencia impugnada vulnera un derecho fundamental reconocido en la Constitución o en tratados internacionales ratificados por España. Y, en el tercer caso, el recurrente alega que se ha producido una vulneración del derecho al debido proceso, es decir, que se han violado las normas que regulan el procedimiento seguido ante los tribunales.

En el supuesto de infracción de ley, el recurrente debe especificar de manera clara y concreta en qué consiste la interpretación errónea de la ley que, a su juicio, ha realizado el tribunal. No basta con que el recurrente exprese su disconformidad con la interpretación realizada por el tribunal, sino que debe especificar de qué manera concreta se ha producido dicha infracción. Asimismo, el recurrente debe indicar en qué sentido y en qué grado considera que la interpretación del tribunal es errónea, es decir, debe señalar cuál es la interpretación correcta de la ley.

En el supuesto de violación de derechos fundamentales, el recurrente debe especificar de manera clara y concreta en qué consiste la vulneración del derecho fundamental que, a su juicio, ha realizado el tribunal. No basta con que el recurrente exprese su disconformidad con la interpretación realizada por el tribunal, sino que debe especificar de qué manera concreta se ha producido dicha vulneración. Asimismo, el recurrente debe indicar en qué sentido y en qué grado considera que la interpretación del tribunal es errónea, es decir, debe señalar cuál es la interpretación correcta del derecho fundamental.

En el supuesto de vulneración del derecho al debido proceso, el recurrente debe especificar de manera clara y concreta en qué consiste la vulneración del derecho al debido proceso que, a su juicio, ha realizado el tribunal. No basta con que el recurrente exprese su disconformidad con la interpretación realizada por el tribunal, sino que debe especificar de qué manera concreta se ha producido dicha vulneración. Asimismo, el recurrente debe indicar en qué sentido y en qué grado considera que la interpretación del tribunal es errónea, es decir, debe señalar cuál es la interpretación correcta del derecho al debido proceso.

¿Cuándo cabe un recurso de casación?

En España, la casación es un recurso extraordinario que se interpone cuando se considera que una sentencia dictada por un tribunal inferior a la Audiencia Nacional infringe la ley. No es una instancia que se pueda utilizar para todos los casos, sino que tiene unas características específicas que la hacen diferente a los recursos ordinarios.

Para que un recurso de casación pueda prosperar, es necesario que se cumplan unos requisitos previos. En primer lugar, debe tratarse de una sentencia dictada por un tribunal inferior a la Audiencia Nacional. En segundo lugar, el recurso debe interponerse dentro de los cinco días hábiles siguientes a la notificación de la sentencia. En tercer lugar, el recurso de casación debe basarse en alguna de las causas previstas en la ley. Las causas más habituales son la infracción de ley o el error en la aplicación de la ley.

Una vez que se ha interpuesto el recurso de casación, el tribunal que lo ha recibido deberá examinar si se cumplen los requisitos previos. Si el tribunal considera que se cumplen, admitirá el recurso y lo remitirá a la Sala de lo Civil de la Audiencia Nacional. Si el tribunal considera que no se cumplen, rechazará el recurso.

La Sala de lo Civil de la Audiencia Nacional es el órgano competente para conocer de los recursos de casación. En primer lugar, deberá examinar si se cumplen los requisitos previos. Si considera que no se cumplen, desestimará el recurso. Si considera que se cumplen, admitirá el recurso y seguirá el procedimiento establecido en la ley.

El procedimiento establecido en la ley para los recursos de casación es el siguiente: en primer lugar, se notificará la admisión del recurso a las partes. A continuación, se señalará un plazo para que las partes presenten sus alegaciones. Una vez presentadas las alegaciones, se señalará una vista oral para que las partes puedan defender sus posiciones. Finalmente, la Sala de lo Civil de la Audiencia Nacional dictará sentencia.

La sentencia dictada por la Sala de lo Civil de la Audiencia Nacional es definitiva e irrecurrible. Esto significa que no cabrá ningún recurso contra ella y que será la última palabra de la justicia en el asunto. En consecuencia, la sentencia dictada por la Sala de lo Civil de la Audiencia Nacional será definitiva e irrecurrible.

¿Quién admite el recurso de casación?

El recurso de casación es un recurso extraordinario que se interpone ante el Tribunal Supremo, y que solo procede en determinados supuestos y en relación a determinadas materias. Es, por tanto, un recurso muy restrictivo que solo se puede interponer en aquellos casos en los que la Ley lo contemple expresamente.

Por regla general, el recurso de casación solo procede cuando se haya producido una infracción procesal o una vulneración de derechos fundamentales. No obstante, existen algunas excepciones a esta regla, como por ejemplo, en materia tributaria, en la que el recurso de casación procede cuando se alega que la sentencia impugnada ha interpretado erróneamente la Ley.

En cuanto a las personas que pueden interponer el recurso de casación, la Ley establece que solo pueden hacerlo aquellas que hayan sido parte en el procedimiento en el que se dictó la sentencia recurrida. No obstante, en algunos supuestos especiales, como por ejemplo en materia tributaria, la Ley establece que el recurso de casación puede ser interpuesto por cualquier persona, aunque no haya sido parte en el procedimiento.

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