¿Cuándo se puede despedir a un trabajador que ha estado en ERTE?

¿Cuándo se puede despedir a un trabajador que ha estado en ERTE?

Es importante tener en cuenta que el Expediente de Regulación de Empleo (ERTE) no implica el cese laboral de los trabajadores, sino una forma de reducción temporal de la actividad empresarial. Por lo tanto, el trabajador sigue estando vinculado a la empresa, por lo que para despedirlo, es necesario que se tomen ciertas medidas para cumplir con la legalidad laboral.

En primer lugar, es necesario que se motive el despido, esto es, que se indique la causa real de la decisión de la empresa. Las causas objetivas para despedir a un trabajador en ERTE son las mismas que para cualquier otro trabajador. Por lo tanto, se puede despedir si hay una causa justificada como, por ejemplo, la pérdida de confianza, la falta de productividad, el abandono de trabajo, etc.

En segundo lugar, se debe cumplir con el procedimiento legal establecido para despedir de forma correcta. Esto significa que se debe seguir la normativa vigente y comunicar el despido por escrito al trabajador, con un plazo legal de preaviso, entre otros requisitos.

Además, en caso de que el trabajador fuera despedido mientras se encontraba en ERTE, la empresa debe pagarle la indemnización correspondiente. Esta indemnización será el equivalente a 33 días por año trabajado, con un máximo de 24 mensualidades.

En conclusión, el despido de un trabajador que se encuentra en ERTE debe ser motivado y cumplir con todos los requisitos legales establecidos, además de la obligación de pagar una indemnización.

¿Cuánto tiempo puede estar un trabajador en un ERTE?

Un ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) es un mecanismo que prevé la regulación de la actividad de una empresa, en casos de fuerza mayor, para adaptarse a situaciones temporales de la economía. Tal regulación puede afectar tanto a la jornada como a la retribución de los trabajadores.

En cuanto a la duración de un ERTE, como su nombre indica, se trata de una regulación temporal que se aplica en momentos de crisis durante un periodo limitado de tiempo. Por tanto, un trabajador no puede permanecer indefinidamente en un ERTE, sino que, como máximo, el plazo máximo será de dos años.

En estos casos, el trabajador afectado cobrará una prestación por desempleo o un subsidio, según el tipo de ERTE. Durante el primer año de ERTE, el trabajador percibirá el 70% de su salario. A partir del segundo año, el porcentaje se reducirá al 50% de su salario.

En cuanto a la duración de los ERTE, ésta dependerá de la situación de la empresa. Una vez concluya el periodo de ERTE, el trabajador tendrá que reincorporarse a su puesto de trabajo, a menos que el contrato se haya extinguido durante el periodo de ERTE.

En cualquier caso, el plazo máximo para el que un trabajador puede estar en un ERTE es de dos años. Pasado ese periodo, se deberá reincorporar al puesto de trabajo o rescindir el contrato de trabajo.

¿Cómo se calcula la indemnización después de un ERTE?

Un ERTE (Expediente de Regulación de Empleo Temporal) es una figura legal que permite a las empresas reducir temporalmente la actividad y los costes laborales de sus empleados para afrontar una crisis económica. Por lo tanto, es necesario calcular una indemnización para los trabajadores a los que se les aplican estas medidas. El cálculo de la indemnización dependerá de varios factores, como el número de años de servicio o los salarios percibidos por el trabajador.

Para determinar el importe de la indemnización, se deberá multiplicar el número de días de la reducción temporal de jornada o la suspensión de la relación laboral por el salario base de cotización. Este importe se considerará como una indemnización por despido improcedente y la cantidad exacta se determinará según lo establecido en el Convenio Colectivo que sea de aplicación.

En caso de que el trabajador haya cotizado menos de 12 meses a la Seguridad Social, el importe de la indemnización se reducirá proporcionalmente al tiempo de cotización. De la misma forma, se tendrán en cuenta los días de vacaciones no disfrutados, los adelantos salariales o el tiempo de antigüedad para calcular la indemnización.

Además, los trabajadores que hayan cotizado más de 12 meses recibirán una bonificación de un día de salario por cada año de servicio hasta un máximo de 12 días. Esta bonificación se añadirá a la indemnización por despido improcedente y a la indemnización por la reducción temporal de jornada.

En definitiva, el cálculo de la indemnización tras un ERTE depende de varios factores, como el número de años de servicio, el salario base de cotización o los días de vacaciones no disfrutados. La cantidad exacta se determinará según lo establecido en el Convenio Colectivo de aplicación.

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